El mejor chivo expiatorio es el que se comporta como chivo en cristalería. Alfredo Castillo Cervantes, director de la Conade, es ambas cosas.

Hay quien lo acusa como el principal responsable del pobre desempeño que la delegación mexicana está teniendo en los Juegos Olímpicos. También ha sido señalado de ser un sujeto imprudente y pendenciero en su desempeño como funcionario público.

Lo primero es una apreciación injusta pero lo segundo no: Castillo es un sujeto que siempre deja cristales rotos por donde va pasando.

La ya célebre entrevista que otorgó a la reportera Jocelin Flores, del periódico Récord, lo desnudó de un solo zarpazo. Frente a la pregunta sobre las fotografías que lo habrían captado en situación romántica con la Miss Distrito Federal 2009, Jacqueline Tostado Madrid, Castillo se arrojó al diván de su inconciencia aportando cuatro declaraciones inolvidables:

Primera: “Ella iba como la persona que me representaba a mí, como mi pareja.”

Despacio. ¿Por qué la señorita Tostado representa a Alfredo Castillo Cervantes?

Cabe que el funcionario haya cometido un error de sintaxis pero podría también no serlo. Y es que, como EL UNIVERSAL sugirió el día de ayer en Bajo Reserva, esta mujer es dueña de una compañía que se dedica a representar empresas y organizaciones y da asesoría en comunicación.

¿Quién representa realmente a Castillo, su pareja Jacqueline, o la compañía de relaciones públicas 360º by Jacky, propiedad de esa misma persona?

Dado que la cuñada de Tostado trabaja en la Conade, como responsable de comunicación a través de las redes sociales, la interrogante se vuelve aún más interesante.

Segundo desliz: “… en un evento estábamos juntos, íbamos a representar a México”.

¿¡Cómo!? ¿Jacqueline representa a México? ¿Quién tomó la decisión de otorgarle tan alto honor?

¿Por qué, sin más mérito, fue vestida con el mismo uniforme de los atletas? Acaso ellos tienen derecho a portar un uniforme Hugo Boss con valor de 15 mil pesos, ¿pero la señorita por qué? ¿Cuántas horas entrenó? ¿Qué pruebas pasó? ¿Qué trayectoria la respalda?

¿Cuánto dinero habrá recibido la pareja de Castillo a cambio de representar al país? ¿Se le pagó boleto de avión, hospedaje, alimentos, transporte, entrada a los eventos? ¿Hay otros honorarios y servicios que aún se desconocen y fueron cubiertos con el dinero de los contribuyentes?

Por cierto, ¿por qué Alfredo Castillo llevó a los juegos Panamericanos de Toronto a una acompañante distinta para que igual representara a México? ¿Aquella otra persona contó con las mismas prestaciones? ¿Se benefició de gastos suntuarios similares?

Tercer lapsus línguae: “Íbamos a estar supuestamente del lado del Comité Olímpico Mexicano (COM) y cuando nosotros entramos nos dijeron ‘siéntense dónde quepan’…”

Castillo se sorprendió —y cabe suponer que Miss Jacky también— porque Carlos Padilla, presidente del COM, dio instrucciones para que esas dos personas no tuvieran lugares de privilegio.

Don Alfredo debió sin embargo haber supuesto tal desenlace. Después de tratar a Padilla, tan mal como lo hizo con José Manuel Mireles, ex líder de las autodefensas michoacanas, el amigo pendenciero del presidente Enrique Peña Nieto se volvió persona non grata para el Comité.

Cuarto cristal roto: “Deberían ver con quién se sienta Padilla y los presidentes de las federaciones.”

¿Qué quiso decir Castillo con esto último? ¿Que Padilla y los presidentes de federación también llevaron a pasear a sus novias a Río de Janeiro? ¿Que igual las besaron, abrazaron y apapacharon mientras las competencias?

¿O que si lo hubiesen sentado junto a los dirigentes del COM las cámaras no habrían sorprendido al ex virrey de Michoacán en pleno arrumaco con la Miss?

ZOOM: El problema de Alfredo Castillo Cervantes no es su inmensa soberbia sino que subestima al resto de los mortales, el presidente de la República incluido. ¡Ya es hora, señor chivo en cristalería, que pague usted por sus tantos desmanes!

www.ricardoraphael.com

@ricardomraphael

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