Ha trascendido que vienen cambios en el gabinete y que éstos podrían ocurrir tan pronto como hoy mismo o, en partes, antes del 12 de agosto (fecha en que el PRI celebrará la Asamblea Nacional que definirá formas y tiempos para elegir a su candidato presidencial); o a más tardar el 30 de agosto, antes del quinto informe de gobierno.

La designación del candidato presidencial tricolor sería la razón de fondo del eventual ajuste en el equipo de Enrique Peña Nieto, sin desechar, por supuesto, las que tendrían que ver con los errores cometidos por algunos de sus integrantes o porque otros, de plano, han dejado de ser funcionales para el Presidente, razones ambas ampliamente planteadas en la larguísima reunión de gabinete que tuvo lugar el viernes pasado en Los Pinos.

Una versión que ha tenido mucho eco durante los últimos días en los círculos del poder —por sorprendente y porque es la que mayores significados traería— es la de la eventual llegada del secretario de Educación, Aurelio Nuño, a la Secretaría de Gobernación en lugar de Miguel Ángel Osorio Chong quien, a su vez, sería movido a la Secretaría de Desarrollo Social que dejaría el compadre del Presidente, Luis Enrique Miranda Nava.

¿Nuño a Gobernación? Sería la señal inequívoca, la más clara enviada hasta ahora por Peña Nieto de que su favorito en la sucesión es quien fuera su jefe de oficina en la Presidencia al inicio del sexenio; y de que el hombre que encabezó la lista de presidenciables priístas a lo largo de casi cinco años estaría casi fuera de la carrera. Y decimos casi, porque colocar a Osorio Chong en la Sedesol no sólo pondría en sus manos los enormes recursos de los programas sociales, sino que lo acercaría a importantes grupos de eventuales votantes.

Pero el apoyo presidencial a Nuño no sólo sería por el afecto que inocultablemente le tiene, sino porque a su paso por la SEP ha visibilizado algunos resultados de su programa de reformas, en su caso, la educativa, ya que implementó con éxito la evaluación magisterial, aplacó la protesta de la CNTE y la dotó de verdadero contenido al anunciar los nuevos planes de estudio. Pero esto, a la vez, abre unas preguntas: ¿no le faltarán al hoy titular de la SEP algunos pendientes más que consolidar en ese cargo y —con el inocultable eco mediático que se le ha dado durante los últimos meses y con el claro discurso gubernamental de que el futuro está en la educación— reforzar su camino hacia la candidatura presidencial desde el escritorio que alguna vez ocuparan José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet? ¿Ya tiene Nuño bajo control a los maestros de Oaxaca y Chiapas como para no ser repudiado como candidato presidencial?

En el equipo de Nuño, además, están incorporados dos eficientes operadores de Carlos Salinas de Gortari: los subsecretarios Otto Granados Roldán y Javier Treviño Cantú, sin que eso lo aleje del grupo en el poder con el que está claramente identificado, el que encabeza el influyente canciller Luis Videgaray y del que forma parte el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ambos mencionados también como posibles candidatos presidenciales.

A este último, sin embargo, se le ve más con más claridad al frente del Banco de México que dejará, el próximo 30 de noviembre, su hoy gobernador Agustín Carstens. De ahí que en ésta enésima oleada de rumores sobre posibles cambios, se vea al frente de Hacienda a José Antonio González Anaya, quien dejaría Pemex a otro del grupo, Enrique Ochoa Reza, actual líder nacional del PRI, quien todavía llegaría como tal a la asamblea partidista del próximo 12 de agosto.

Y así surge otra pregunta: ¿Quién, en las actuales condiciones de caída electoral, aunque envalentonados con el forzado triunfo en el Estado de México, querrá encabezar al tricolor? Con mucha fuerza se ha mencionado el nombre de la actual secretaria general Claudia Ruiz Massieu, aunque también dicen que quiere el senador Emilio Gamboa.

Y otro posible cambio que se menciona es el de Renato Sales a la PGR, acaso para facilitar al actual procurador Raúl Cervantes su eventual llegada a la Fiscalía General de la República.

De darse los referidos cambios ¿quiénes quedarían al frente de la Comisión Nacional de Seguridad y de la SEP? ¿Incluirán la remoción de Gerardo Ruiz Esparza de la SCT, que a gritos pide el respetable tras el escándalo del socavón? Pronto lo sabremos.

INSTANTÁNEAS. 1. ¿Y EN LA CDMX? De la especulación sobre cambios no es ajeno el gobierno de la Ciudad de México. En el gobierno capitalino no se descarta que el secretario particular del jefe de Gobierno, Luis Serna Chávez, sea el que suceda a Miguel Ángel Mancera cuando éste inicie su campaña rumbo a la Presidencia de la República. Serna, por amistad y trabajo, conoce a la perfección discurso y línea de Mancera, programas impulsados, proyectos a futuro y agenda política y mediática. Es el personaje más cercano a Mancera para garantizar continuidad y lealtad absoluta. Luego de superar un grave problema de salud, Serna se dice listo para seguir con su carrera de 19 años en el servicio público.

2. LA OTRA OPCIÓN. El senador Juan Carlos Romero Hicks va con todo por la candidatura presidencial del PAN. El ex gobernador de Guanajuato tiene muy claro su proyecto y no ve que sus contrincantes albiazules reúnan todos los requisitos que él asegura tener: probidad, integridad, visión de Estado y experiencia. Empieza a ser factor.

3. EXIGENCIA. La “Iniciativa Ahora”, acompañada del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, demandó la renuncia del Consejo Electoral del INE por considerar que está secuestrado por los partidos. Emilio Álvarez Icaza, uno de los principales promotores de la iniciativa, presentó una serie de videos con los que demuestra el referido secuestro. Esta es la liga, por si a usted les interesa consultarlos:

rrodriguezangular@hotmail.com
raulrodriguezcortes.com.mx
@RaulRodriguezC 

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