“No lean los periódicos, no gasten dinero inútil. Lean Facebook: es gratis”. Es la recomendación que hace el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez. Agrega que le molestan los periódicos porque siempre están cuestionándolo todo. Por eso, él solo los usa para limpiar su camioneta.

¿Y si desde su gobierno se genera información confusa? Esta semana muchos malinterpretaron las palabras del secretario de Gobierno de Nuevo León, Manuel González, y difundieron que el Presidente negociaría con el gobernador, en su visita a la entidad, su candidatura para 2018. El propio Peña tuvo que aclarar que se trataba de especulaciones fuera de lugar. El Bronco se une así a los mandatarios que, sin tapujos, deploran a los medios tradicionales de comunicación y llaman a abrazar las redes sociales.

No es nuevo el pleito de Jaime Rodríguez con la prensa. Tampoco lo es el de Donald Trump con el New York Times, el Washington Post, la cadena CNN y otros medios. Pero no deja de sorprender que el presidente estadounidense haya llegado al extremo de vetarlos de una conferencia de prensa. Los ha acusado de ser “escoria” y “enemigos del pueblo”, y de plano canceló su asistencia a la tradicional cena con los encargados de la fuente presidencial. La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca organiza esta gala para recaudar fondos para becas de periodismo. En ella el Presidente en turno suele bromear y burlarse de sí mismo. Es considerada una ocasión para celebrar la libertad de expresión.

Esa hostilidad hacia la prensa contrasta con la benevolencia con que se refieren Trump y otros alérgicos a la crítica a los medios digitales y a las redes sociales. Parece que les resulta cómodo que la gente se informe en un mundo en el que desde el anonimato se publica lo que sea, no se verifica la información, la verdad se vuelve flexible y hay cabida para los “hechos alternativos”.

Hay en el mundo digital esfuerzos serios que han alcanzado logros muy importantes que nos acercan a la democratización de la información, pero hay también, sobre todo en las redes sociales, una tendencia a difundir rumores y falsedades cada vez más alarmante. No debe perderse de vista que hay quienes se benefician de esta confusión e incluso la usan como estrategia. Por eso la relevancia del mensaje en la campaña impulsada por el New York Times: la verdad es más importante ahora que nunca.

HUERFANITO. Todo aquel que pretenda invertir en Quintana Roo, debe hacer escala en la oficina de Juan Vergara, secretario de Finanzas y Planeación Estatal. Llegó al cargo con interesantes credenciales: trabajó con el ex gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, sentenciado por uso indebido de recursos públicos y peculado.

Son cada vez más los empresarios que se quejan de las “exigencias” del secretario, el de las fiestas ostentosas, la mansión y los aviones.

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