“Hay imbéciles en el mundo que necesitan recibir un disparo. Hay cazadores y víctimas. Decidan qué quieren ser ustedes. Van a divertirse muchísimo”. Estas son las palabras que eligió James Mattis para dirigirse a jóvenes marinos como encargado del Comando Central de Estados Unidos. Conocido como Mad Dog, se perfila como el próximo  secretario de Defensa de Estados Unidos. El Perro Loco, es un militar de carrera conocido por su mano dura. Fue de los primeros en salir hacia Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

A este nombre se suman otros que también tendrán un fuerte peso político y económico a partir del 20 de enero dentro del gobierno de Donald Trump, y que serán pieza clave en los destinos de esa nación, y por ende en la nuestra.

A la Fiscalía General podría llegar Jeff Sessions, conocido por  sus actitudes racistas. Es aquel que en una convención del Partido Republicano aseguró que los inmigrantes le estaban quitando poco a poco el empleo a los estadounidenses. Lo primero que aparece en su sitio oficial de internet es un dato destacado en rojo: “Casi 250 mil extranjeros originarios de países recalcitrantes siguen en Estados Unidos”.  Así elige presentarse.

Michael Flynn quedaría a cargo de la Seguridad Nacional. Este aliado de Trump durante toda la campaña ha manifestado en varias ocasiones su desprecio por los musulmanes. Ha dicho del islam que “es un cáncer, una política ideológica que se esconde detrás de una religión”.

Está también Steve Bannon, jefe de la campaña y quien será el principal asesor en la Casa Blanca. Se le vincula a grupos ultranacionalistas que impulsan la supremacía blanca, la homofobia y el antisemitismo. Su nombramiento fue celebrado  por el Ku Klux Klan. Eso lo dice todo.

Pienso en los términos en que puede darse un diálogo con personajes que piensan así. El reto de sentarse a negociar y construir acuerdos con quienes sienten desprecio por lo extranjero y hasta aversión por México no es menor. Tendrá que haber talento y creatividad de sobra  por parte de nuestros representantes.

Pero no sólo los temas de la agenda bilateral están en juego. Con la elección de Scott Pruitt —un hombre que niega que el cambio climático sea consecuencia de la acción humana—  para encabezar la Agencia de Medio Ambiente, Trump da otra muy clara señal de hacia dónde irá su gobierno. Esto a pesar de que esta misma semana el presidente electo estuvo con el impulsor del combate al calentamiento global, Al Gore. Una muestra más de que eso de reunirse con Trump no es garantía de nada. Algo que acá en México aprendimos pronto y de fea manera.

EL HUERFANITO. El tema del “falso ahorro” en el gasto gubernamental generó distancia en su momento entre el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, entonces encabezada por Luis Videgaray. Agustín Carstens alertó públicamente sobre el asunto.

Pareciera que la propuesta que recibió para encabezar la gerencia del Banco de Pagos Internacionales sólo le ayudó a tomar la decisión de renunciar.

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