La Procuraduría General de la República (PGR) no entrará en confrontación alguna con el GIEI sobre Ayotzinapa. Miden sus palabras con cuidado, son cautelosos al dar declaraciones: reiteran que trabajan muy de cerca con el grupo de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Eso sí: quieren un tercer estudio sobre el basurero de Cocula y en las próximas semanas lo iniciarán.

No sólo los expertos trabajan de cerca con Eber Omar Betanzos, a cargo de la investigación (con quien se han reunido 18 veces), sino que se han encontrado 11 veces con Arely Gómez, quien tiene particular rapport con Ángela Buitrago, una de las expertas colombianas. Aarón Pérez Carro, quien se encarga directamente del caso, se ha reunido con ellos 4 veces desde este segundo mandato.

Para la famosa tercera investigación —no quieren llamarlo “peritaje” porque ya pasó mucho tiempo— ya tienen a 9 expertos en dinámica de fuego confirmados. Pero no darán sus nombres hasta que no tengan contratos firmados —¿incluirán cláusula de no hablar con la prensa?— y que ya estén trabajando en México. Quieren que sea una investigación “integral” y no sólo basada en reportes aislados. Quieren que sea una “posición definitiva” (ojalá).

El propio GIEI ya accedió a ello en el punto 2 del convenio de trabajo que firmó con el Estado mexicano el 20 de octubre de 2015, por más que insistan en que no es necesario. Quedaron los siguientes acuerdos ese día: “Se acuerda que: a) se establezcan de común acuerdo los objetivos y condiciones para llevarlo a cabo, b) se tome de forma conjunta la decisión sobre los perfiles y la elección definitiva de los peritos, c) se consense (sic) el modo en que se realizará el estudio”.

Las fotografías satelitales a las que se refieren las tiene la PGR en el expediente. Recuerde, querido lector, lectora, que el GIEI no puede investigar por su cuenta, es “coadyuvante”, por eso insisten en reentrevistar y estar presentes cuando los militares del Batallón de Iguala declaren. Es algo que sería una concesión deseable del Estado (sobre todo del Ejército) y que ya les han concedido en otras ocasiones con otros declarantes, pero que no es obligatorio en su acuerdo de trabajo.

¿Ahora, se pueden consultar estas fotos? Aún no. El expediente público que abrió Arely Gómez al llegar a la PGR sólo llega hasta el tomo 85 y actualmente son 155… es decir, se sigue investigando. Esas fotos estarían, me dicen, en algún lugar entre el tomo 151 al 155. Y ojo: aún faltan otras imágenes que la PGR ya solicitó a la NASA, pero que no han enviado. ¿Qué dirán esas fotos?

Otro tema es el de la lluvia. Sí, llovió en Iguala, ¿pero también en Cocula? Los expertos dijeron que llovió en Iguala. Lo digo porque los separan 22 kilómetros de distancia y la orografía de la zona lo haría posible porque separa a las ciudades una montaña. Si hay dos estaciones meteorológicas en Iguala —una del Servicio Meteorológico Nacional y otra de Protección Civil estatal—, en Cocula sólo hay una a cargo del estado de Guerrero. ¿Qué dice esta última? Digo, seguro alguien ya preguntó. ¿O no funcionaba? (digo, todo puede pasar).

Me da mucho gusto que el Partido Verde (PVEM) denuncie conflicto de interés en el caso de Santiago Peña, digo Nieto, como titular de la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE). Tiene toda la razón: aunque quién sabe si influyó en su decisión, se ve mal, súper mal que alguien que fue lo suficientemente cercano al PRD como para ser su contratista favorito, digo, ¡perdón! su asesor, acabe “atacando” a su ¿impoluto? militante, Arturo Escobar.

¿Verdad que, cuando menos, provoca sospechosismo? ¿Verdad, entonces, que hay que reforzar las leyes para que esto no vuelva a pasar con funcionarios públicos que se escudan en que no es para tanto o que la ley no es suficientemente clara para tipificar delitos que a todas luces, al menos, se ven mal? ¿O que se zafan diciendo que le avisaron a su superior o que no era funcionario federal cuando se dio el caso y por tanto no se puede investigar?

Eso es lo que me parece rescatable de la discusión. Que el PVEM —en una de esas el PRI se suma a su aún aliado— les quede claro que todo debe ser transparentísimo.

Que para nombrar a personas en cargos así —darles contratos de trabajo o de obra pública, que vienen de dinero público— no hay que dejar piedra sin voltear.

Que hay que someter a nuestros futuros funcionarios y funcionarias al más alto estándar de calidad personal e impoluto --en la medida de lo posible-- pasado. Digo, aquí hay una corresponsabilidad de todos los senadores que lo nombraron. No sólo los del PRD, que callaron y del mismo Peña, digo Nieto… sino del PRI, PV, PAN y demás que no investigaron lo suficiente en su momento, quizá porque lo hicieron a destiempo, de prisa. Porque emitieron esa convocatoria con 4 meses de retraso hace un año…

Que sirva también, ojalá, ahora de alerta con la discusión que tienen para otro nombramiento importantísimo el jueves: el de la y el nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aunque a los 6 ya los declararon “elegibles”.

¿Por qué habrían de conformarse los senadores con la “menos peor” de las candidatas al puesto cuando hay, sin duda, muchas más mujeres mejor preparadas que crearían mucho más fácil consenso? ¡Es un puesto para 15 años en una institución clave!

Claro, podría ser que, al regresar la terna, EPN decida mandar otra de puros hombres. ¿Sería capaz?

En Veracruz, está pegando un norte que podría provocarle severos daños al gobernador Javier Duarte. A meses de dejar la gubernatura, la fuerza del terrible séptimo año se comienza a sentir ya y más con la reticencia que tienen --al menos en el PRI-- para dejarlo nombrar un candidato a modo como Fidel Herrera hizo con él “en la plenitud del pinche poder” (gran y terrible frase).

El domingo, el mandatario usó Twitter, esa red que en un principio le provocó tanto escozor (recuerde que encarceló tuiteros y los acusó de “terroristas”) y señaló a Alfonso Salces de estar relacionado con un escándalo inmobiliario de Miguel Ángel Yunes Márquez, uno de sus acérrimos enemigos, con su hermana Sara Salces viuda de Zapíco.

El lunes pasado fue Alfonso Salces, dueño del periódico Notiver, quien escribió el editorial:

--Quiero recordarle para que quede testimonio público su ofrecimiento a título personal al inicio de su gobierno de un convenio por 8 millones de pesos mensuales a Notiver, por cinco años pagados por adelantado en efectivo o depósito en el extranjero para que se le cerrara el espacio a los Yunes, algo que en tiempo, por supuesto, rechazamos.

Salces también dice que el “megapaquete” también incluía un avión bimotor PA24 turbo de seis plazas y un departamento en Barcelona, Santander o Madrid (¿qué tendrán los mandatarios veracruzanos con España?) Según él hasta el ex gobernador Fidel Herrera le entró ofreciéndole un ¡edificio!

La pregunta necesaria: ¿qué dueño de medio sí habrá accedido a tal “megapaquete”? ¿O será que sólo ofreció este Duarte?

Cristina Fernández de Kirchner dejará este jueves la Casa Rosada después de 12 años de kircherismo (entre ella y su finado marido, también Presidente). La transición no fue nada sutil entre ella y Mauricio Macri, quien será el nuevo presidente, de corte conservador.

La ceremonia será en el Congreso, a donde ¡no acudirá la mandataria! De acuerdo con su equipo cercano, no hay condiciones para que ella acuda. Ella dejaría el bastón de mando y la banda presidencial en el Congreso; pero no se los entregará al nuevo mandatario. De plano.

Desde hace unos días la disputa era dónde se haría el cambio de poderes. Macri deseaba que fuera en la residencia oficial. Ella por supuesto que se negó.

Macri deseaba tomar posesión al primer minuto del jueves, aun sin haber rendido protesta ante el Congreso; pero hasta el cierre de este espacio, todo indicaba que eso no se podría.

¿Sabe cuál iba a ser su último acto de gobierno? Lanzar ayer un cohete de investigación al espacio. No se le hizo, ya que no estuvo a tiempo.

Entre este cambio, el triunfo de la oposición en Venezuela (que alcanzaron la mayoría en el Congreso con 112 escaños), los escándalos de Dilma Rousseff y las próximas elecciones en Perú… Chávez debe estar revolcándose en su tumba. Adiós a su sueño bolivariano.

Él lo dijo:

--¿En qué se parecen los gatos a los gobernantes? En que los dos cubren sus porquerías con tierra: Raúl Vera, Obispo de Saltillo. Qué duro, monseñor.

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