Aparentemente resulta sorprendente que la ex gobernadora de Yucatán, aspirante del PRI a la candidatura por la Presidencia de la República, se pronuncie contra el gasolinazo y responda al Presidente Peña Nieto a su pregunta acerca de qué hubiéramos hecho nosotros si estuviéramos en su lugar, en relación al incremento del precio de las gasolinas, proponiendo reducir los impuestos a la gasolina, disminuir gastos del gobierno, construir más refinerías, transparentar los ingresos del petróleo y apostar a los ferrocarriles, porque ese pronunciamiento y propuestas hubieran sido antes de que su compañero de partido y Presidente de la República tomara la determinación de subir descabelladamente la gasolina y hacernos esa pregunta.

Hay que reconocer que las propuestas son buenas si no vinieran de la ex gobernadora de Yucatán, que si fueran reales se podría entender que está en posición de rebeldía, enmendándole la plana y exhibiendo a su Presidente, en el sentido que sí se pudo haber hecho cosas diferentes a subir el precio de la gasolina, pero no es así, porque si lo fuera es lógico que tendría asegurada la tache por parte del Presidente y el grupo gobernante para convertirse en candidata del PRI para buscar sustituirlo, por tanto, esta estrategia de la aspirante se inscribe en la estrategia del actual dirigente nacional de su partido de seguir intentando arrebatar banderas de la inconformidad legítima de la ciudadanía y partidos de oposición hacia el desastre del gobierno federal que encabeza Peña Nieto, se trata pues de puro reality show.

Porque detrás de esta aparente y entusiasta postura de oposición desde adentro y respondona, de la ex gobernadora, hay una historia de endeudamiento de su estado por varias generaciones, que parece no ser suficiente para el nivel de calidad moral con el que ahora se presenta para enmendarle la plana a su Presidente, sin embargo, a la legisladora con licencia todavía le quedan ánimos para emprender su campaña de propuestas innovadoras como ella dice.

No va a ser la candidata de su partido, luego entonces su campaña antigasolinazo es una cortina de humo, atole con el dedo, que intenta dar a los crédulos de estos reality shows; le están ordenando, pues, darle una manita de gato a su partido como uno que esta de lado de la gente.

Ofende a los mexicanos y curioso, pero nos invita a participar en , sitio en el que aún no me queda claro qué sentido tiene si lo único que aparece es una serie de memes que aluden de manera irónica o burlona a la pregunta de Enrique Peña, acerca de qué haríamos los mexicanos en su lugar, con la posibilidad de poder tuitear el meme, pero no veo nada de propuestas reales y serias al respecto, lo que indica a todas luces que no es más que otro reality show con los que pretenden seguir gobernando y para lo que aparentemente les dan sus brillantes mentes a algunos personajes de la política.

México no puede ni quiere seguir trabajando con gente que insiste en seguir simulando, en seguir actuando en reality shows, en seguir fingiendo y las encuestas dan cuenta de ello, de manera histórica Peña Nieto posee un porcentaje de popularidad como Presidente, que lejos de sorprender, debiera avergonzar a varios; con un doce por ciento de aceptación al desempeño laboral de cualquier trabajador, no sólo lo pone fuera de toda nómina en cualquier empresa, sino que sería boletinado como una persona incapaz de emprender cualquier mínima tarea en cualquier área administrativa.

Google News

Noticias según tus intereses