He querido dedicar este espacio para hacer un homenaje a todas las madres, pero muy en especial a las mamás de los deportistas; ya sean amateurs o profesionales.

Se dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, pero creo que esta connotación debe rebasar fronteras, y me atrevo a extender la frase de la siguiente manera: detrás de toda la formación de un deportista, está una gran madre.

Y es que en el andar del camino en el que se forja un campeón hay factores que determinan el rumbo que habrá de tomar, factores que rebasan incluso la propia voluntad del deportista en potencia. Uno de esos factores recae directamente sobre su madre.

Seguro será fácil que se idenfiquen con alguno de los roles que competen a las madres:

SACRIFICIO: Una madre te regala sus tardes para llevarte a entrenar, se olvida de sus planes para poder ir a tus partidos, se desvela lavando tu uniforme, zurciendo tus calcetas, buscando las espinilleras, el balón, o cualquier aditamento que resulta indispensable y que jamás sabes dónde has dejado.

MAGIA: Una mamá es capaz de conseguir lo impensable, aún y cuando los recursos económicos no sean sobrados, ella tiene la destreza de ponerse a hacer mil cosas para conseguir regalarte eso que tanto anhelas; unos tacos, uniforme, balón, etc. Ella no sueña con comprarse unos zapatos, un suéter, una bolsa o algo que le guste mucho o incluso que realmente necesite; ella sueña con ver brillar tus ojitos cuando consiga darte lo que tanto quieres.

DETERMINACIÓN: Una mamá consigue que comas lo que es bueno para ti, lo que te hará crecer fuerte y sano, aunque para conseguirlo tenga que llevarse tu reproche y muchas veces tus lágrimas que la miran con recelo.

VALENTÍA: Una mamá te hace valiente, te alienta a salir a dar lo mejor, es tu fan número uno, y por supuesto que es siempre quien te abraza cuando has triunfado, pero sobre todo cuando no lo consigues. Ella siempre está ahí, con su mejor sonrisa, lista para reconocer tu esfuerzo y motivarte a intentar otra vez.

CONSTANCIA: Una mamá no descansa un solo día y está lista para no permitir que tu desperdicies uno solo tampoco. Aún cuando no quieres levantarte para ir a entrenar, ella consigue que te pongas de pie y vayas, por más que coseches triunfos, ella sutilmente sabe ponerte nuevos retos, te motiva a descubrir día a día tu potencial. Ella mejor que nadie sabe de lo que eres capaz y hará que tú lo descubras.

AMOR: Una mamá es el alivio ante el dolor, el consuelo ante el fracaso, la motivación ante la adversidad, el grito de júbilo ante el éxito. Y lo tal vez menos valorado; la discreción cuando has triunfado ya y es momento de seguir solo.

Por todas estas cualidades y muchas más que difícilmente puedo abarcar en este espacio, gracias a todas las mamás por ser incondicionales, por no buscar más recompensa que la felicidad y realización de sus hijos.

¡FELICIDADES MAMÁS!

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