Más Información
Adrián Alcalá llama a diputados a analizar con detenimiento desaparición del INAI; pide reflexión y diálogo
Diputados discutirán reforma de desaparición de órganos autónomos el próximo 13 de noviembre; extinguirá 7 dependencias
1º de julio de 2017. A las 20:15 de ese viernes, en Villa Unión, la segunda localidad más importante del municipio de Mazatlán, Sinaloa, 15 elementos de la policía municipal que practicaban un recorrido de rutina, tropezaron en un entronque con un grupo de hombres armados que se desplazaban en cuatro camionetas.
Según las autoridades, aquellos hombres venían de asesinar a dos personas de una organización rival en el centro de Villa Unión.
La Fiscalía de Sinaloa informó que, tras percatarse de la presencia de los municipales, los desconocidos abrieron fuego contra ellos, “por lo que los agentes repelieron la agresión”.
Esa noche hubo 19 muertos. Todos, por cierto, los pusieron los presuntos agresores.
5 de julio de 2017. La versión de las autoridades indica que entre las 5 y las 6 de la mañana de aquel miércoles hubo un choque entre La Línea y el Cártel de Sinaloa en el poblado de Las Varas, municipio de Madera, en plena Sierra Tarahumara.
De acuerdo con la Comisión Estatal de Seguridad, cuando el C4 recibió el reporte del enfrentamiento, se desplegó un operativo en el que participaron policías locales, federales y el Ejército.
El comisionado Óscar Alberto Aparicio relató que los integrantes del operativo fueron recibidos a tiros, lograron repeler la agresión “y solo una unidad fue alcanzada por los impactos de arma de fuego”.
El vocero de la Fiscalía General del Estado Zona Occidente, Félix González, confirmó que el saldo había sido de 26 muertos.
Las autoridades señalaron como responsable de la violencia a Roberto González Montes, El Mudo, un líder de La Línea que en diciembre pasado salió de la cárcel “por la ‘puerta giratoria’ del nuevo sistema penal” e intenta arrebatar al Cártel de Sinaloa el control de la región.
La Fiscalía dio a conocer la identidad de algunas personas que murieron en el enfrentamiento. Cuatro de ellas procedían de Veracruz, específicamente de Perote, Misantla, Coatzcoalcos y Minatitlán. El resto, de diversos municipios de Durango y Chihuahua.
6 de julio de 2017. Hacia las cinco de la mañana se oyeron tiros en el módulo de máxima seguridad del penal de Las Cruces, en Acapulco. El vigilante de la Torre 4 reportó que al menos 500 internos habían salido de sus celdas y que cuatro personas habían sido degolladas. La riña que según el gobierno estatal se desató entre dos grupos de reos en pugna permanente, contó con la colaboración de un grupo de custodios.
El gobernador omitió el informe sobre el tiroteo de las cinco de la mañana, y afirmó que los homicidios se habían llevado a cabo a golpes y con objetos punzocortantes. Más tarde se recogieron casquillos de AR-15, AK-47, y .38 Súper.
La riña, que dejó tendidos en diversas áreas los cuerpos de 34 personas adscritas al grupo criminal conocido como La Barredora, fue ordenada, según fuentes del gobierno estatal, por Manuel García, El Meño, a quien el Cártel Independiente de Acapulco le “encargó” el manejo del penal.
6 de julio de 2017. Alrededor de las diez de la noche, cuatro camionetas penetraron en la comunidad Tinaja de Pastores, municipio de Yuriria, en Guanajuato. Los vehículos se dirigieron a una casa de la avenida Lázaro Cárdenas. Sus tripulantes hallaron a tres personas en la calle, y las asesinaron. Los cuerpos quedaron al lado de los autos que estaban estacionados en esa vía. Luego, los asesinos fueron por otras personas que se hallaban en el domicilio. Las mataron también.
En menos de dos minutos, otros seis muertos se sumaron a la cuenta.
8 de julio de 2017. Los cuerpos de siete personas fueron hallados en la Zona Metropolitana de Guadalajara. A tres de ellos las envolvieron en bolsas negras de plástico, a las que amarraron con cinta adhesiva transparente.
Luego los colgaron de un puente elevado.
A otros dos los abandonaron, también envueltos en bolsas, y amarradas con cinta transparente, en la zona de Tlaquepaque.
El Observatorio Nacional Ciudadano ha indicado que probablemente estamos ante el año más violento de nuestra historia. Las historias anteriores parecen confirmarlo: en solo una semana, cinco masacres y 92 cadáveres.
Evidentemente, la epidemia está fuera de control.
@hdemauleon
demauleon@hotmail.com