A través de diversos programas de análisis aplicados a cuentas de Twitter relacionadas con amenazas de muerte a periodistas, escritores y activistas, la policía cibernética de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ubicó a un usuario de esa red social que procuraba mantener un bajo perfil —no seguía ni era seguido por los acosadores—, y que era en realidad uno de los ejes torales en el envío de amenazas.

Según la investigación llevada a cabo por la Procuraduría, el usuario se llama José Castrejón Aguilar y su cuenta es @slayden.

No se limita “a retuitear y comentar” las amenazas, como uno de sus defensores afirmó ayer: según las autoridades, él mismo coordina los ataques.

Castrejón radica en la ciudad de Puebla. En la red social Ask.fm afirmó que había estudiado Ingeniería en Ciencias de la Comunicación e Ingeniería en Desarrollo de Software. “Trabajo manejando redes sociales (community manager, pues)”, escribió.

En 2015, como estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP, obtuvo el segundo lugar en el HackCDMX al diseñar una aplicación de alertas ciudadanas.

El trabajo de ciberinteligencia realizado por las autoridades señala que @slayden forma parte de un grupo que se dedica a acosar, amenazar e intimidar usuarios: “Es un generador de cyberbullying”: algunas veces suelta tuits en los que “el patrón” parece ser el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y en otras ocasiones se lanza contra quienes critican a Enrique Peña Nieto (dando a entender que es un troll del PRI).

En su cuenta hay frecuentes referencias a las órdenes “del patrón”. Una vez se quejó porque “muchos ya usan lo de ‘el patrón ya dio la orden’ y ya mataron ese mame”. Cuando le preguntaron en Ask.fm cuándo iba a madurar y dejar de tuitear, respondió que seguiría haciéndolo porque Twitter pagaba sus cuentas.

Una tarde cometió un error. Tuiteó “imágenes exclusivas de un centro de operaciones peñabot ubicado en la ciudad de Puebla” y subió una fotografía en la que se veía una pantalla de computadora. En esa pantalla aparecía el programa TweetDeck, que permite manejar de manera simultánea varias cuentas. Mediante ese programa es posible escribir 30 o 40 tuits y enviarlos de golpe simulando que proceden de cuentas distintas.

El error de Castrejón fue que en el extremo superior derecho de la pantalla aparecía la cuenta desde la que estaba empleando el programa: @slayden, la suya.

La Unidad de Inteligencia Cibernética siguió sus actividades en la red. Desde esa pantalla se organizaba al menos uno de los grupos dedicados a amenazar de muerte a otros usuarios (la voz contenida en amenazas hechas llegar mediante audios procede ella misma de un programa).

El rastreo cibernético llevó también a la Unidad a la página www.morena.org, en la que Castrejón se inscribió como miembro de la Red Social del Movimiento Regeneración Nacional desde el 7 de septiembre de 2012. No se trata de la página del partido, que fue fundado dos años después, sino de una que se abrió a principios de 2012, de cara a las elecciones que iban a celebrarse ese año. Lo que está en esa página es la huella —no de una militancia formal: retiro el término— sino de una filiación: Castrejón intentó registrarse como militante de Morena en abril de 2013, pero no completó el registro al carecer de uno de los documentos necesarios.

@Slayden ha declarado que sus tuits le ayudan a pagar las cuentas. Las pistas de la Procuraduría van hacia él. ¿Podrá explicar quién sufraga sus actividades, y por qué?

Nota: Una investigación de la División Científica de la Policía Federal ubicó otras cuentas relacionadas con amenazas de muerte a periodistas y activistas. Las tres cuentas más relevantes son @ixd3ux, que pertenece al usuario Jesús Iván Flores Gallegos, de Zacatecas; @TercoDJesus, que pertenece a un usuario de San Luis Potosí que reside en un domicilio registrado a nombre de José Ángel Márquez y @AssHoleRm, perteneciente a un usuario de apellido Chaclan, quien vive en South Houston, Texas.

Los miembros de ese grupo entran al juego “del patrón ya dio la orden”, pero también incitan al feminicidio, el racismo, la pornografía infantil “y diversa conductas delincuenciales y antisociales”.

@hdemauleon

demauleon@hotmail.com

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