Me tuve que tomar un té de tila, luego de leer el comunicado emitido por la FMF, sobre el caso de corrupción descubierto por el FBI en la FIFA, pronunciándose “a favor de la trasparencia y la legalidad” ¿Perdón? Digo, se necesita cinismo para ignorar que: el pacto de caballeros, la multipropiedad, la reventa “legalizada”, la impunidad, el poner y quitar castigos “según el sapo” (es la pedrada), ignorar sus propios estatutos y reglamentos para servir a intereses mezquinos, están al margen del terreno de la “trasparencia y la legalidad”.

Una vez recuperado del ataque de nervios y entrando de lleno en el escabroso tema que involucra a altos funcionarios del máximo organismo que rige el balompié en todo el orbe protagonizando actos delictivos, me parece que era cuestión de tiempo para que se destapara la cloaca.

La opinión pública se pregunta (por obvias razones) ¿Por qué no se encuentra involucrado algún personaje mexicano en el enjuague? La explicación es muy simple. Debemos agradecerle al “doctor” tan singular acontecimiento.

Me explico. Hace algunos años, el ex silbante mundialista, tuvo a bien postularse a la presidencia de la Concacaf, en un vano intento por destronar a Jack Warner. De modo que, para hacer “campaña” (afirman las lenguas de doble filo) contó con el apoyo incondicional de un alto jerarca del balompié nacional (homónimo de ‘Palillo’), quien desde el estado de Hidalgo, le facilitó al hábil galeno el trasporte aéreo para visitar los países que le podrían proporcionar los votos necesarios para acceder al poder (Creando así un peligroso e insano “compromiso” entre un presidente de la Comisión de Árbitros y el Presidente de un equipo).

Sin embargo, al grito de “la Virgen todo lo ve”, el representante de nuestro país solamente obtuvo dos votos (el de México y, me parece, que el de Belice) ayudando así a que el trinitario se perpetuara en el poder.

Al saberse triunfador el moreno caribeño desató toda la ira del rencor sobre nosotros, desterrando a cualquier mexica, boicoteándolo de la más mínima posibilidad de ocupar un cargo directivo a nivel internacional.

Así las cosas, “gracias al doctor”, difícilmente un personaje azteca estará metido en el ajo.

Y en medio de todo este escándalo, y hablando de cinismo, Joseph Blatter fue reelecto, ratificando así, añejas complicidades.

No me atrevo a afirmar que la FIFA es una mafia; porque… ¡Estaría ofendiendo a la mafia!

ebrizio@hotmail.com

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