Aunado a las fuertes preocupaciones que debe arrastrar por el papelón en la Copa de Oro, Juan Carlos Osorio ha tenido un par de semanas bastante complicadas, en las que ha recibido motivos para afligirse y en serio. El más importante es lo que actualmente sucede con Rafael Márquez, el jugador en el que confía como ninguno y una pieza clave para él, dentro o fuera de la cancha. Además del ser humano, a Osorio debe preocuparle —y mucho— la posibilidad de no tenerlo en el Mundial. Pero tampoco puede hacer a un lado las llegadas de Jonathan dos Santos y Carlos Vela a la MLS, Liga de bajo nivel.

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