Ganó el PRI. A pesar de su baja votación, es la primera vez desde la alternancia de 2000 que el partido en el gobierno obtiene la mayoría de votos en la elección federal intermedia. Su porcentaje de votación, sumado con el del Verde, le asegura al menos el tercio mayor en la Cámara de Diputados. Más cuatro, quizá cinco de las gubernaturas. Un triunfo para los tiempos que corren.

Ganó Jaime Rodríguez, El Bronco. Fue, de punta a punta, el personaje del proceso 2015. El hombre que venció, juntos, al PRI y PAN. Su victoria podría ser leída como el principio del fin del sistema político mexicano que nació a principio del siglo pasado y a principio de éste degeneró en una partidocracia abusiva e insaciable. Habrá un antes y un después de El Bronco.

Ganó el presidente Peña Nieto. Por partida triple: se impuso a lo que hace seis meses prometía ser un despiadado voto de castigo, fijó un modelo de imparcialidad a seguir y tendrá un margen parlamentario y político razonablemente amplio para manejar la segunda mitad del sexenio. Y quizá el proceso de sucesión.

Ganó Morena, pese a que su 9% de voto nacional no impresione demasiado, empata técnicamente con el PRD. Ya es una realidad legal con presupuesto garantizado. Puede reclamar desde ya la mano de las izquierdas para 2018. Con Andrés Manuel López Obrador al frente, por supuesto.

Ganó el Verde, a pesar de todo. Será a partir de ahora el partido de la marrullería, el abuso, la trampa. Pero iba por 7% de los votos y los obtuvo.

Ganó, espectacularmente, Movimiento Ciudadano. Queda casi a la par de Morena y el PRD. Queda en una formidable posición de aliado estratégico para 2018.

Ganó, qué decir, Encuentro Social, si se confirma, claro, su vital 3.5% de los votos.

Pierde, duramente, el PAN de Gustavo Madero. Quedó muy lejos del 30% anhelado y más abajo de los porcentajes en tiempos de Felipe Calderón. Y sólo obtendrá dos de las cinco gubernaturas proyectadas. Un fracaso que deberá poner fin al maderismo y los sueños presidenciales de Madero.

Ganan Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle. Se convierten en candidatos naturales para tomar el PAN y sus principales candidaturas.

Pierde, severamente, el PRD. Desastre. Incapaz de superar el 12% de hace seis años, de ir más allá de los votos que obtuvo sin López Obrador, queda en los hechos a la par de Morena. El resultado vuelve muy complicado el proyecto de tener candidato propio en 2018 y de presentarse como favorito en el DF.

Pierde, desde luego, el PT. Lo único que quedará de su cuarto de siglo de vida es su alianza con López Obrador. Todo lo demás será olvidable. Nadie lo extrañará.

Ganaría el INE si se confirma la cifra de participación de 48%. Sumada a la capacidad que mostró para sacar adelante la votación en las zonas más conflictivas, significaría una muy buena noticia para una institución tan cuestionada.

MENOS DE 140. Inexplicable el silencio de Notimex tras el hackeo de una de sus cuentas que daba ganador a Javier Gándara en Sonora.

gomezleyvaciro@gmail.com

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