Con 15 años de experiencia en el banquillo, difícilmente se le podrían vender espejitos a Miguel Herrera. Sin embargo, ya cayó en contradicciones, está cruzando el umbral tricolor de las rotaciones que en un principio criticó con todo el peso de su carácter. Después de una penosa actuación en Copa Confederaciones, en Rusia, y una patética eliminación en Copa Oro, la lógica indicaría que el Piojo se le iría con todo a Juan Carlos Osorio. Pero no, el hecho de que México camine tranquilo y con el boleto prácticamente en la bolsa hacia el Mundial 2018, deja satisfecho al timonel americanista.

¿Ya lo convenció ese “señor”?

Google News

Noticias según tus intereses