Sucedió lo de siempre. Para construir el Paso Exprés de la autopista México-Cuernavaca ganó la licitación un consorcio que no fue ni el más barato ni el mejor. Hubo ofertas de menor precio y Aldesem-Epccor reprobó los exámenes de experiencia y calidad.

Sucedió lo de siempre. Costó el doble de lo que se había dicho. Dijeron que iba a costar mil millones y costó más de dos mil.

Sucedió lo de siempre. La obra se construyó tratando de ganarle a la naturaleza, cortando un paso natural de agua.

Sucedió lo de siempre. Lo inauguraron al vapor. Les urgía tenerlo para la Semana Santa de este año y tanto autoridades como empresas constructoras desoyeron las recomendaciones del Colegio de Ingenieros que, de entrada, alertaban de que la señalización no estaba bien.

Sucedió lo de siempre. A los pocos días de que se inauguró, con rancios anuncios espectaculares de “Gracias, Señor Presidente” y sobrevuelo para el spot presidencial, esa falta de señalización derivó en que un hombre murió porque le chocó un tráiler de doble remolque —esas armas de grueso calibre que circulan por el país sin que la autoridad las regule—. No hubo consecuencias.

Sucedió lo de siempre. Desde hace semanas, los vecinos empezaron a advertir que el Paso Exprés estaba en riesgo de quebrarse. Sus oficios fueron desatendidos, archivados.

Sucedió lo de siempre. No aguantó una lluvia fuerte. A los tres meses de inaugurado, se abrió un boquete, un socavón al que se fue un vehículo con dos personas.

Sucedió lo de siempre. Los dos hombres estuvieron vivos entre hora y media y dos horas. Alcanzaron a comunicarse para pedir ayuda. El salvamento no llegó a tiempo. Murieron asfixiados. Eso sí, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, presumió que el coche había sido rescatado.

Sucedió lo de siempre. El funcionario encargado de supervisar la obra —José Luis Alarcón Ezeta, delegado de la SCT en Morelos— estaba en ese puesto por sus palancas, no por sus conocimientos. Su currículum era haber sido director de las escuelas de inglés Harmon Hall.

Sucedió lo de siempre. El secretario prometió una investigación hasta las últimas consecuencias y removió a ese funcionario, de cuarto nivel en el organigrama.

Sucedió lo de siempre. El presidente dijo que no habrá impunidad.

Sucedió lo de siempre. Ruiz Esparza está firme en su puesto.

Ojalá que suceda lo que nunca.

SACIAMORBOS. 1.- No le pierde el gobernador de Querétaro, Francisco Pancho Domínguez. Llegó a la reunión de gobernadores México-Estados Unidos, en Rhode Island, con una comitiva de más o menos veinte personas. Apuesto a que todos eran in-dis-pen-sa-bles. Apuesto a que ninguno había ido antes a Rhode Island, tierra de muchas langostas, especie que se distingue por tener mucha cola.

2.- El viernes en estas Historias de Reportero le conté que en los últimos días habían aparecido tres predictámenes diferentes que planteaban distintas cosas para que los once consejeros del INE votaran sobre si hubo rebase de topes de gastos de campaña en Coahuila. El mero día de la sesión de discusión, el viernes, aparecieron ¡otros dos más! ¡Ya eran cinco! Cómo habrá estado la cosa que la deliberación se pospuso para hoy lunes.

historiasreportero@gmail.com

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