En la recta final del año pasado le llegó al INE uno de esos regalitos de Navidad que uno nunca quiere recibir. Se lo mandó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. El regalito traía, a manera de cariñosa tarjeta, los rostros sonrientes de Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya.
¿Qué sucedió? Los dirigentes nacionales de Morena y PAN han usado los spots de sus partidos para promover su propia imagen e impulsar sus aspiraciones presidenciales.
Ante las quejas que se presentaron contra López Obrador y Anaya —también contra el líder perredista Agustín Basave, pero él ya se salió del juego— el Tribunal determinó que no había nada ilegal en el uso que hacían de los spots del partido, pero instruía al Instituto Nacional Electoral (INE) a que defina lineamientos para regular a los dirigentes partidistas en su uso de los anuncios en radio y televisión que corresponden por ley a los partidos que encabezan.
No es poca cosa. Entre enero de 2016 y enero de 2017, Anaya se despachó con más de 907 mil spots y López Obrador con más de 681 mil, según datos del INE.
Con la poesía que caracteriza a las resoluciones judiciales, el Tribunal pidió que los consejeros del INE tomaran en cuenta la centralidad del sujeto, la coherencia narrativa y la direccionalidad del mensaje.
Esto ha de significar que hay que valorar qué tanto aparece la persona en el anuncio, qué tanto promueve su propia plataforma en el mensaje y qué tanto el spot está dirigido a enaltecerlo a él por encima del partido que dirige, respectivamente. Imagino.
Los encargados de tan clara tarea son los consejeros que integran la Comisión de Radio y Televisión del INE: Marco Baños, Benito Nacif, Ciro Murayama, Pamela San Martín y Enrique Andrade.
Hace aproximadamente un mes el consejero Baños circuló un primer proyecto que buscaba meter en cintura a los dirigentes que usan los spots de su partido para su beneficio personal, rayando en la irregularidad de realizar actos anticipados de campaña. Los demás consejeros y los partidos políticos se la regresaron con comentarios. Procedimiento habitual.
El asunto está entrampado porque hay consejeros, como Baños, que quieren restringir la presencia de los dirigentes en los spots mientras que hay otros, como Nacif, que sienten que no hay modo de evitarlo y más regulación derivaría en más quejas presentadas.
En la misma tónica, hay partidos interesados en dejar manos libres a sus dirigentes (obviamente Morena) y otros en los que existen contrapesos porque hay varios aspirantes presidenciales que piden cancha pareja y no quieren que solo uno abuse de los spots (un debate que se ha dado, incluso públicamente, en el PAN).
La fuerza de los partidos dentro del INE, la independencia de los consejeros, la amenaza lopezobradorista con la descalificación del fraude, el peso del Tribunal y otros factores, estarán a prueba con este asunto.
En la era de los 140 caracteres, la rebatiña es por esos 30 segundos de aire.
SACIAMORBOS. Ya circula un proyecto que busca mediar entre las dos posturas. Castiga pero no aniquila. No quieren crear mártires, dicen.
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