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Hace unos meses, se esperaba que Emilio Álvarez Icaza se reeligiera como secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El cargo le daba talla internacional, había sido protagonista de la crítica al gobierno por el escandaloso caso de Ayotzinapa y encima de todo, vivía en Washington D.C.
Pero no sucedió. A sus 51 años de edad regresó a la Ciudad de México con un objetivo: ser Presidente de México en el 2018.
Proveniente de una familia con vasos comunicantes con los movimientos que dieron origen a la Teología de la Liberación, Emilio Álvarez Icaza fue consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal, pero lo que lo volvió una figura conocida fue su gestión como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF del 2001 al 2009. Le tocó revisar las polémicas actuaciones de las autoridades locales en el linchamiento de tres policías federales en Tláhuac en 2004 y en la muerte de 12 jóvenes en la discoteca News Divine en 2008. Se ganó el odio de la Arquidiócesis primada de México (algo que últimamente no requiere un gran esfuerzo) por su postura a favor del aborto y marcó distancia con Andrés Manuel López Obrador cuando condenó su plantón en Paseo de la Reforma, eje del conflicto poselectoral de 2006.
En 2009, buscó presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pero perdió frente a Raúl Plascencia Villanueva, que en el Senado obtuvo 78 votos por 32 de Álvarez Icaza. A Plascencia lo apoyaron PAN y PRI, a Álvarez Icaza el PRD.
En los años siguientes desapareció de la vida pública hasta que en julio del 2012 fue nombrado secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Desde esa cartera internacional fue un feroz crítico del gobierno actual, al grado de que en el primer círculo de Los Pinos lo ubicaron como uno de los principales actores que intentaron hacer caer a Enrique Peña Nieto.
Después de cuatro años en la Comisión Interamericana, el pasado 15 de agosto concluyó su periodo y al regresar a México endureció su discurso contra la clase política y los partidos, denunció el allanamiento de sus oficinas en la capital del país (lo que calificó como un acto de intimidación que mereció que la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ya bajo el mando de Luis Raúl González Pérez, solicitara medidas cautelares para protegerlo) y participó el 12 de febrero en la marcha “Vibra México” en lugar de honor.
Según me revelan fuentes de su entorno, todo está listo para que en unos cuantos días Emilio Álvarez Icaza anuncie que buscará la Presidencia de la República en 2018 a través de una candidatura independiente. Lo hará en un acto público, convocando a todos los medios de comunicación y arropado por intelectuales y activistas que le son afines.
SACIAMORBOS. Dos mujeres periodistas coquetean con la idea de buscar también la Presidencia en 2018.
historiasreportero@gmail.com