El golpe a la 3de3

No cabe duda. Los favores tienen costos y si no que le pregunten a Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad, quien de manera automática y en fast track le dio a Ricardo Anaya una carta, que don Ricardo movió en medios de comunicación como un certificado de buena conducta emitido por ese instituto y Transparencia Mexicana que impulsan la plataforma 3de3, en la que funcionarios, personas de interés público y candidatos ponen a disposición sus declaraciones patrimoniales, fiscales y de intereses. Pardinas, nos hacen ver, no midió los alcances y consecuencias, y con ello le dio una tremenda “abollada” a la llamada plataforma 3de3 y de paso también le dio un “tallón” a la confianza del Imco, que él dirige. Pardinas tuvo que salir ayer a decir que la 3de3 tenía debilidades y que se debe fortalecer. Tras el caso Anaya, quedó demostrado que un político y su pareja pueden ser dueños únicos de empresas y no tienen por qué integrar las ganancias a la declaración 3de3 mientras los recursos se mantengan en las cuentas bancarias de esas firmas y no pasen a las del político. Tampoco se tiene que ser específico con el saldo de las cuentas y mejor aún para la opacidad: “La responsabilidad sobre la veracidad corresponde al declarante”.

El consejo del auditor

El auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, sugirió hacer declaraciones públicas sobre el incremento del patrimonio de los servidores públicos por periodos. Es decir, seguir cómo es la evolución patrimonial de los funcionarios desde el inicio de su gestión a cinco, cuatro o tres años, y con ello se podría verificar no sólo los bienes, propiedades y cuántas cuentas bancarias tienen, sino cuánto se han incrementado en el paso de los años. Una alternativa interesante, por aquello de los presidentes de partidos, ex gobernadores y servidores públicos que declaran poquito, pero cuando se rasca aparecen de repente más dineros.

Militares con oficio político

Acostumbrados a hacer labores que no deberían estar desempeñando y para las que no fueron creadas, las Fuerzas Armadas hacen ahora un nuevo trabajo: política. Ayer, nos dicen, los secretarios de la Defensa, el general Salvador Cienfuegos, y el de la Marina, Vidal Francisco Soberón, fueron anfitriones en el Campo Militar Número 1 de una reunión con las bancadas de senadores del PRI y del PVEM, encabezadas cada una por sus respectivos coordinadores: Emilio Gamboa y Carlos Puente, respectivamente. Asistentes nos dicen que los mandos militares no son nada malos políticos, pues de manera muy clara expusieron algunos de sus logros y preocupaciones a los legisladores, y con mucho tacto y respeto les enumeraron las iniciativas que están pendientes de aprobar en el Congreso, que de alguna manera afectan a los soldados y marinos. También nos mencionan que varios legisladores regresaron al Senado reflexionando sobre la necesidad y urgencia de atender algunos de los temas planteados por los altos mandos castrenses.

La SEP y el fracaso tecnológico

Sin querer decirlo explícitamente, el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, dejó ver ayer que el gobierno federal lleva 20 años equivocándose en su intención de acercar las nuevas tecnologías a los estudiantes de educación básica en el país. En la presentación de su nueva estrategia digital, formalmente la quinta en los últimos sexenios, reconoció que si bien “algunos de ellos han tenido importantes fortalezas; en otros casos hay que aceptar que los proyectos no lograron tener los objetivos que se buscaban”. Uno de los principales errores de los anteriores programas era, nada más, que los equipos no estaban conectados a internet. En esta ocasión, se reconoce que el programa @prende 2.0 podría tener algunos problemas de conexión a internet, pero que estos se derivarían de las condiciones geográficas del país. Sin embargo, la apuesta es que esta vez el programa sí logre sus objetivos.

***En la foto: Juan Pardinas (ARCHIVO EL UNVIERSAL)

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