La demanda la planteó la empresa estadounidense Ranger Offshore, a quien la compañía en problemas le adeuda 19.9 millones de dólares por la renta de un barco.

Estamos hablando del Lewek Trian, arrendado por la firma constructora encabezada por Federico Martínez Urmeneta para cumplir un contrato con Petróleos Mexicanos, concretamente para instalar un oleoducto y tres gaseoductos.

El emplazamiento se planteó a principios de abril, justo cuando la empresa había sido intervenida con cargo a la caja por el Servicio de Administración Tributaria, en afán de embargar recursos de facturas cobradas.

La instancia le fincó tres créditos fiscales por largos adeudos.

Semanas antes el Instituto Mexicano del Seguro Social había solicitado la congelación de las cuentas de la firma por una larga omisión en el pago de cuotas obrero-patronales. La sequía se prolonga desde 2013.

Lo curioso del caso, le comentábamos hace unos días, es que aunque la firma dejó cuatro de los cuatro pisos que rentaba en el profundo sur de Insurgentes la actividad se mantiene como en los mejores tiempos.

Al hangar del edificio llega periódicamente un helicóptero conduciendo al presidente de la firma, quien participa en comidas servidas en las propias oficinas, con chefs, meseros y vinos al calce.

Hasta hace unos días Hacienda le había embargado a la firma recursos por 46 millones de pesos, parte de facturas cobradas en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Hasta hace unos días Tradeco enfrentaba 20 demandas en México y Estados Unidos, la mayoría por incumplimiento de contratos, aunque destaca una planteada por firmas afianzadoras a quienes se les hizo efectiva una caución preventiva.

Su alegato habla de fraude, dado que la compañía aceptó contratos para carreteras locales en el país del norte sin tener capital de trabajo.

En el largo Vía Crucis la Secretaría de la Función Pública inhabilitó por 30 meses como contratista del gobierno a su principal carta, Tradeco Infraestructura, tras incumplir un contrato pactado con el ISSSTE bajo el esquema de asociación público-privada para la demolición, diseño y construcción del Hospital General Gonzalo Castañeda Escobar.

El contrato era por 8 mil millones de pesos. Tradeco encabezaba un consorcio en que participaba la firma Preiton.

Y aunque en el intento de salvar el compromiso se asoció al grupo IGSA, la alianza no prosperó. La firma también fue inhabilitada, sólo que por tres meses.

En la larga ruta hacia la quiebra, la empresa Teccimasa presentó una demanda penal en su contra por un adeudo de 2.2 millones de pesos a cuya vera se apresó al vicepresidente de la firma, Sergio Toscano del Olmo, liberado bajo fianza.

Quién se acuerda ya cuando Tradeco era la contratista estelar de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes entre 2003 y 2012 le entregaron contratos por 20 mil millones de pesos… de los cuales 17 mil llegaron por adjudicación directa.

Puntilla a la constructora.

Balance general. Al fragor del crecimiento bursátil más espectacular de la temporada: 168% en la cotización de los papeles de la cadena de tiendas Elektra, la agencia Bloomberg publicó un artículo en el que se advertía de una encrucijada: si se le permite a la emisora permanecer en el Índice de Precios y Cotizaciones se mantendrá el rally; de no ser así, se provocará un doloroso ajuste a los inversionistas.

El texto lo está refutando Elektra, señalando que su estancia en el inventario de las firmas que determinan el vaivén del mercado no es gratuita.

La emisora rebasa el requisito de mantener entre el público inversionista el 12% de sus papeles en circulación o tener un valor de mercado de 10 mil millones de pesos.

Elektra tiene el 25% y su valor de mercado alcanza 40 mil millones.

La firma asegura haber cumplido consistentemente con los criterios trimestrales de inclusión dictados en septiembre del año pasado, entre ellos entrar con un valor de capitalización de mercado flotante ponderado de al menos 0.1%.

El gran salto en la cotización se apuntala en una mejoría en la calidad crediticia otorgada por la calificadora Fitch, pasando en escala local de A a A+ y en la global de BB- a B.

La emisora lleva siete trimestres con crecimiento de doble dígito en la utilidad de operación.

Cuatro reclamantes. Denunciada ante el órgano de control interno del Instituto Mexicano del Seguro Social por presuntamente sabotear una licitación por siete contratos trianuales de seguridad para 4 mil inmuebles subrogados, la empresa Equipos de Seguridad Balística Medio Oriente había presentado un recurso de inconformidad ante la propia instancia en que se le acusa.

Este se planteó el 9 de mayo pasado vía su representante legal, Olivia Izguerra Martínez. El eje hablaba de ilegalidad en el contenido de la convocatoria de cara a la Ley de Adquisiciones, Arrendamiento y Servicios del Sector Publico.

Sin embargo, no fue la única queja. En la bitácora hay tres empresas más con sello de inconformes.

Una de ellas es Importaciones en Tecnología Digital, Alarmas y Circuito Cerrado en TV Tecnovichs, bajo la firma de su representante legal, Mónica Berenice Pérez Contreras.

Otra es Operadora de Arrendamiento Automovilístico y Maquinaria Pesada del Centro, y la última, Operadora de Alimentos Industriales Teka.

El común denominador habla de que el IMSS pretende contratar a costo fijo durante cuatro años sin considerar el factor inflacionario anual y el incremento al salario mínimo. Además, se habla de que nombrada por el Secretario de la Función Publica como testigo social la Academia de Contratación Publica de México, se giró un oficio por un lapso de tres meses a partir del 16 de diciembre del 2016… que a la convocatoria para la licitación, el 18 de abril, había expirado.

Además, se habla de que la convocatoria no detalla la complejidad de las instalaciones a que se proveerá de seguridad.

Sigue, pues la danza.

Sí, pero no. Aunque trabajó de 1998 al 2001 como Economista en Jefe de la casa de bolsa Banorte, el presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, Carlos Ramírez, señala que no tiene vínculo alguno con el grupo financiero.

De hecho, a la fecha ninguno de sus compañeros de hace 16 años está ya en la intermediaria.

En el caso de su hermano Tarek Ramírez, quien se desempeña como director de Fondos de Inversión de Grupo Sura, cuya cobertura abarca no solo la afore sino una serie de negocios, no hubo recomendación al calce.

Financiero con doctorado y reconocimientos, Tarek trabajó en una de las oficinas de María Asunción Aramburuzabala.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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