Abren espacio a expatriados

Colocada la consigna en uno de los capítulos del Acuerdo con perfil de pacto firmado en Los Pinos por el Consejo Coordinador Empresarial, se están buscando las pistas para el aterrizaje.

De acuerdo al compromiso asumido por el gobierno en el marco del programa “Somos México”, cada uno de los migrantes que regresan al país recibe una subvención de 75 mil pesos, que los organismos que plantean el rescate pretenden que se coloquen como semilla para establecer un negocio.

En la coyuntura se ha ubicado al Grupo Modelo, hoy AB-Inbev, interesado en abrir mil tiendas de conveniencia de razón social Exxtra.

Aunque la tarea de abrir cancha a los expatriados es de los principales organismos empresariales, las instancias más activas son la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos y en materia de empresas Manpower Group, la principal firma de reclutamiento y capacitación de personal en el país, paradójicamente de capital estadounidense.

La posibilidad habla de que cada empresa signante del convenio “apadrine” ya un camión o un avión de repatriados, es decir 40 o 150.

Estos recibirían a su ingreso al país un catálogo de opciones que abarca desde programas exprés de capacitación hasta opciones de revalidación de estudios y, desde luego, el contacto para ubicar al “padrino”.

Una de las alternativas apunta a la industria automotriz, ávida de soldadores; otra a la posibilidad de integrarse a programas de ventas por catálogo.

Aunque seis de cada 10 migrantes con estudios profesionales tiene ya ciudadanía estadounidense, en la posibilidad de que la tabla rasa los incluya se está elaborando un programa especial.

La paradoja del caso es que las autoridades de migración no hayan abierto un censo para ubicar el destino de los 3 millones de migrantes expatriados durante el gobierno de Barack Obama, cuyos envíos llegaban a razón de un promedio de 40 mil mensuales.

La ingenuidad del Instituto Nacional de Migración la llevó a lanzar las fanfarrias al vuelo al contabilizar sólo 13 mil expulsados durante enero pasado, en plena era Trump, frente a los 45 mil 414 que nos regresó Obama en enero del 2004. Ergo, nos va mejor con Trump.

Durante el primer mes del año llegaron tres vuelos a la semana, lunes martes y jueves, con un promedio de 132 pasajeros.

La vía de recuento se ubica en el Proyecto Cañón Zapata, cuyo inicio llegó en 1987… por más que la corriente de “braseros” se intensificó a partir de 1990.

La amenaza de Trump habla de deportar de inmediato a 3 millones de trabajadores migrantes mexicanos que tengan antecedentes penales.

Hasta hace dos años se hablaba de un total de 12 millones de mexicanos que se arriesgaron a cruzar la frontera.

Hoy el miedo no sólo apunta a deportaciones fast track, a riesgo de separar familias, sino de ser objeto de desprecio, burla, humillación a la luz verde del Efecto Trump.

Cancha para migrantes.

Balance general. El titubeo de algunas empresas estadounidenses o de capital extranjero establecidas en México para reafirmar su fidelidad a la causa a la vera del Efecto Trump podría desembocar en preparación de maletas de cara a un nuevo escenario que plantea el gobierno de Estados Unidos.

Al margen de la amenaza de aranceles para mercancías, con énfasis en automóviles y autopartes, la Casa Blanca propone una canasta de dulces.

De entrada, las empresas instaladas en la nación de las barras y las estrellas tendrán una reducción del Impuesto Sobre la Renta del 35 a 20 y hasta el 15%.

En paralelo, se cubriría un impuesto único en materia de repatriación de capitales de sólo 10%.

Y si le seguimos, se implanta un gravamen fronterizo (Border Adjustment Tax) que privilegiaría la producción realizada en el país del norte. Dicho con todas las letras, las firmas que requieran insumos del extranjero para sus operaciones no podrán deducir el costo de éstas.

El anzuelo, naturalmente, no es sólo para quienes trasladaron plantas al país, sino para quienes están elaborando su catálogo de inversiones.

Fantasmas en Chiapas. De acuerdo a una investigación realizada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, las empresas fantasma utilizadas por el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, para ocultar sus triquiñuelas, también tienen huellas en Chiapas. Durante el gobierno de Juan Sabines, actual cónsul de México en Orlando, Florida, tres de las firmas obtuvieron contratos por un total de 118 millones de pesos para realizar tareas de outsourcing o tercerías en el Sistema de Transporte Urbano de Tuxtla, cuyo 51 por ciento del capital lo tiene la entidad federativa.

La aportación de ésta fue de 120 millones de pesos.

A los transportes se les conoce como “Conejobús”.

El caso es que la operación de la empresa se le cedió a las compañías RAVSAN Servicios Múltiples, Comercializadora Pagoli y Corporativo Lizgar.

A la escena entró también LG Asesores Corporativos, quien gestionó el registro legal de la marca Conejobús.

El contrato tenía vigencia hasta 2013. Sin embargo éste fue cancelado unilateralmente al detectarse diversas irregularidades.

El fantasma de Duarte en Chiapas.

Repunta Televisa… por Trump. Colocado en ascuas el país frente a la posibilidad de una o más sorpresas diarias ante la beligerancia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la expectación ha favorecido la causa de los noticiarios televisivos.

El énfasis lo tiene Televisa.

De acuerdo al esquema de medición de audiencia más importante del país, Sysomos, los programas noticiosos de la empresa son lo que más conversaciones digitales generan, colocándose 50% arriba de la competencia.

Las preferencias las encabeza “10 en Punto”, conducido por Denise Maerker, cuyo repunte va a la par de la cobertura sobre las condiciones de los migrantes mexicanos en Estados Unidos.

El 10 de febrero pasado la audiencia, de acuerdo a la agencia Nielsen Ibope, fue de 2 millones 428 mil televidentes, el doble de su competidor más cercano.

El caso es similar al del noticiario matutino de Carlos Loret de Mola, que entre el 20 de enero y el 10 de febrero transmitió dos horas 57 minutos sobre el tema, incluidas entrevistas y mesas de debate.

El Efecto Trump.

albertobarrancochavarria0@gmail.com