En la ruta está una cita en Los Pinos reclamada por la urgencia, en la que el entonces director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Genaro Borrego, lograría convencer al presidente Ernesto Zedillo de la necesidad de la intermediaria.

Más allá, habría una épica batalla contra la dirigencia obrera, liderada por Fidel Velázquez, para evitar que la operación de la instancia quedara en sus manos.

En el ni-tu-ni-yo la Afore XXI quedaría como entidad mixta con capital paritario entre el IMSS y alguna instancia profesional… que resultó ser el grupo financiero IXE.

La conducción estaría en manos expertas. Así Leopoldo Solís, un economista de larga carrera en el sector público, como presidente del Consejo, y Javier Beristain, cuya curricula resaltaba su paso como director del Instituto Tecnológico Autónomo de México, como director general.

La Afore XXI-IXE, cuya autorización nació el dos de noviembre de 1996, tendría un consejo paritario, por más que una buena parte de sus integrantes tendrán etiqueta de independientes. Seis años después IXE le vendería su participación a la firma estadounidense Prudential Financial, conservándose, sin embargo, la estructura intacta.

Más tarde, en 2012 nació la actual Afore XXI Banorte, a partir de la entrada del banco fundado por Roberto González Barrera.

El gran salto llegó un año después, con la adquisición a la causa de la Afore BBVA Bancomer. Hoy, 20 años más tarde, sin la cargada que se auguraba de afiliados al Seguro Social, la intermediaria administra 18 millones de cuentas propias con una masa de recursos de 637.4 mil millones de pesos.

El 23 por ciento de la clientela; el 24 por ciento del acumulado en el Sistema de Ahorro para el Retiro.

La Afore XXI Banorte está ubicado en el escalón 90 a nivel mundial de los fondos de pensiones, alcanzando el cuarto peldaño en América Latina.

Las tres primeras son Prová de Brasil, y las chilenas Provida y Habital.

Adicionalmente, la intermediaria ganó por concurso la administración de cinco millones de registros de usuarios inactivos que al paso del sistema de aportación solidaria al de cuentas individuales se quedaron en una cuenta concentradora del Banco de México.

De haber reclamos, el recurso sería mayor, al estarse invirtiendo.

En el mismo escenario están los sistemas de pensiones de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad, cuyos recursos acumulados se invierten todos los días.

Para ello cuenta con las sociedades de inversión que reclama el sistema como básicas, además de adicionales y prestadoras de servicios.

En total son 18.

La estructura se refuerza con prácticas de gobierno inéditas. Por ejemplo, en el Comité de Auditoría solo participan consejeros independientes, integrándose a la causa un Código de Ética, de Competencia Económica, de Buenas Prácticas, además de contar con un auditor de regulaciones especiales como la Ley Federal de Protección de Datos Personales; la de Competencia Económica y la normatividad sobre lavado de dinero.

Su comisión sobre saldo, 1.04 por ciento, es la más baja del sistema.

Veinte años de camino.

Balance General. Al cuarto para las 12 del plazo fijado, dos aplazamientos al calce, la Comisión Federal de Electricidad logró un acuerdo con el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana para modificar su sistema de pensiones.

Se trata de la tercera vez que las partes se sientan en la mesa. La última revisión se hizo hace ocho años.

En aquel entonces se negoció aumentar la aportación al fondo respectivo, para llegar al 12.5 por ciento del salario-base, en cuyo marco la empresa pondría 7.5 y los trabajadores cinco. En paralelo, se abría la puerta para que los trabajadores se integraran voluntariamente al Sistema de Ahorro para el Retiro, lo que no tuvo mayor eco.

Ahora el énfasis se colocó en la edad de retiro. Si hasta entonces las mujeres podían jubilarse al completar 25 años de trabajo, hoy la exigencia sube a 35, saltando, en el caso de los hombres, de 30 a 40.

La posibilidad habla de que quienes tengan menor antigüedad reciban un bono equivalente a sus aportaciones acumuladas para ubicarlo como aportación inicial al sistema de ahorro para el retiro. Los trabajadores que se contraten a partir de hoy estarán incorporados al sistema privado.

Naufragio en puerta. Además de las arrendadoras de plataformas, quienes se truenan los dedos ante la postración financiera de Petróleos Mexicanos, se ubican las firmas que mantienen contratos para servicio de barcos.

Estos ya no se están renovando, por más que la mayoría se cancela anticipadamente.

El escenario vuelve misión imposible el regreso a la escena de Oceanografía, en un escenario en que Pemex se amparó contra una orden del juez del concurso mercantil, Felipe Consuelo Soto, para que se le permitiera terminar sus contratos.

De acuerdo a la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo, el 30 por ciento de la flota petrolera está inactiva.

En el escenario, Pemex les debe aún a las empresas el 80 por ciento de un acumulado de facturas que alcanza 20 mil millones de pesos.

Hospitales sí, medicinas no. Acumulada en los últimos tres meses una deuda de dos mil 600 millones de pesos, las empresas que participaron en la licitación para compra consolidada de medicamentos convocada por el Instituto Mexicano del Seguro Social, amenazan con suspender el abasto al Estado de México. La cláusula habla de que el pago se haga 20 días después de entregado el producto.

El propio organismo analiza no incluir a la entidad federativa en la próxima licitación prevista para octubre.

La paradoja del caso es que el gobierno mexiquense ha invertido más de cinco mil millones de pesos para ampliar la infraestructura médica.

El Inegi ubica a la entidad en el primer lugar en materia de servicios médicos, destacándose el combate al cáncer, la atención a adultos mayores y la consulta pediátrica.

Rifles de lujo sin municiones.

Otra vez ICA. Cuesta abajo en su rodada, la cotización de las acciones del Grupo ICA en el piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores debió suspenderse por tercera jornada consecutiva al deteriorarse su costo más de 10 por ciento. Sin embargo al cierre la debacle fue de más de 12.

Los papeles que el viernes habían cerrado con baja de 2.31 por ciento, se ubicaban en 2.02. En su peor momento habían caído a 1.7.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses