Una de los rasgos más sorprendentes de la sociedad mexicana, sin distinción de clase social o económica es la dificultad para decir no.

La causa eficiente de los problemas que agobian al país hunden sus raíces en la corrupción, aunque detrás de ésta se encuentran una serie de factores históricos - o mejor dicho psicohistóricos - que ayudan a explicar ciertos comportamientos sociales que al parecer son típicos de los mexicanos.

Lo anterior, de una manera general, se relaciona con la dificultad para tomar decisiones entre varias opciones. Por definición, cuando sólo existe una opción, no tomamos decisiones, simplemente, de manera racional - esto de manera hipotética - asumimos la única alternativa que se nos ha presentado.

  1. Elegir implica siempre cancelar, ya sea de manera momentánea o permanente, otras opciones que nos pueden parecer parcialmente benéficas o interesantes, pero que no se equiparan, en teoría, a los beneficios de aquello que ha sido elegido. Sin embargo, la mayoría de las veces la duda persiste y esa duda, muchas veces se expresa en él, “si hubiera sabido, entonces …”.

  2. Las razones por las que nos da miedo elegir también se relacionan con el miedo al fracaso, a elegir mal y, con ello, cambiar los acontecimientos en contra, obviamente, de nuestros mejores intereses. Este miedo se agudiza en las personas obsesivas y perfeccionistas, que verdaderamente sufren si cometen un error.

  3. Otro punto importante es no querer buscar diversas alternativas de solución y sólo se ve la más evidente o la que el líder/caudillo presenta. Lo anterior evidencia un pensamiento lineal o un condicionamiento extremo. En las sociedades corporativo clientelares, como la nuestra, el papel del caudillo es fundamental para entender el sentido de las decisiones. Sin embargo, hoy por hoy, el líder carismático parece estar siendo sustituido por su imagen en las redes sociales. Dicho de otro modo, el líder se vuelve virtual.

  4. Una variante de no buscar alternativas es encontrarlas sin elegir alguna, porque ninguna de ellas cubre las expectativas y/o necesidades de manera objetiva, o porque subjetivamente - dados los condicionamientos psicosociales - simplemente no se encuentra la utilidad de las opciones presentadas.

  5. Otro elemento por lo cual resulta difícil tomar una decisión es la falta de confianza en las propias habilidades, lo cual, evidentemente, deriva de un problema básico de falta de autoestima. En este caso, se puede tomar una decisión y volverla a tomar una y otra vez, sin que se llegue a completar el ciclo de la toma de decisión.

Los hijos de padres autoritarios no suelen recibir una crianza que los haga proclives a tomar decisiones por ellos mismos.

Las familias tradicionales mexicanas, como probablemente todas las familias de culturas patriarcales del mundo se guiaban por las reglas del patriarca. Así, las opciones para decidir se reducían o prácticamente se convertían en una sola opción: la obediencia al patriarca.

El modelo paternal autoritario, tanto en las familias como en las instituciones, implica que las decisiones sean tomadas en la cúpula, y cuanto más abajo se esté en la pirámide, menos posibilidades de decisión existen. En lo referente a las familias, en este modelo los hijos no reciben entrenamiento para tomar decisiones durante su desarrollo personal y llegan a la vida adulta con un especial desconocimiento de cómo y cuándo decidir, excepto si se les da un entrenamiento específico para mandar o administrar un legado importante.

Otra característica de la personalidad que dificulta la toma de decisiones es evitar el malestar como patrón reiterado de comportamiento. Para no afrontar el malestar que puede generar la toma de una decisión, se posterga, de tal manera en que al corto plazo la molestia se disipa, pero al mediano y largo plazo, el no haber tomado una decisión se convierte en un problema, el cual muy probablemente no será resuelto por falta de herramientas psíquicas para ello.

Relacionado con lo anterior está la falta de madurez-, implica que la toma de decisiones se vuelve difícil, estresante; por ello, se traslada la responsabilidad de decidir a quién se considera más apto para hacerlo, a quien se considera mayor en edad, sabiduría y experiencia. Además, existe la fantasía de la situación ideal, lo que se convierte en el pretexto para no tomar la decisión.

Un último aspecto personal que lleva a no tomar decisiones es la tendencia a la a postergar las decisiones hasta que ya no es posible no tomarlas.

Estos son los aspectos psíquicos que en general influyen para tomar una decisión. ¿Qué pasa con los mexicanos que les es tan difícil tomar una decisión de sí o no?:

  • La educación en casa, pese a lo que se diga, es patriarcal.

  • La duda en la decisión se transfiere a otros ámbitos. Al jefe, otra figura de autoridad, tampoco es posible llevarle la contraria. La cultura patriarcal permea los espacios ajenos a la familia.

  • La educación formal hace hincapié en la obediencia. ¿Qué es lo más socorrido en la pedagogía de las escuelas mexicanas? Que los chicos callen, obedezcan y sigan instrucciones. Muy poco se estimula que los muchachos pregunten y cuestionen a los maestros. No hay tiempo y el número de alumnos por maestro es desproporcionado.

  • En lo político, la cultura corporativa clientelar ha marcado las estructuras políticas, económicas y sociales. El caudillo y el líder son las figuras reconocidas que toman, en el espacio público, la figura paterna. Las elecciones son otro ejemplo magnífico. Las primeras elecciones en México permitían que votarán sólo los hombres de razón, que supieran leer y escribir, que fueran padres de familia y, además, terratenientes. Antes de la votación, los notables del lugar se ponían de acuerdo para elegir al candidato - ya fuera alcalde o diputado - y posteriormente, informaban a los electores por quién tendrían que votar.

Todo lo anterior pretende explicar por qué los mexicanos no pueden decir sí o no a la primera. A modo especulativo, podría decirse que el miedo a desagradar al padre priva sobre la elección racional.


 ¿Será que los mexicanos somos personas indecisas? http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/emociones-y-autoayuda/por-que-nos-cuesta-tomar-decisiones-7221


 

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