El 9 de mayo de 1950, Robert Schuman, el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, hizo un llamamiento histórico de Unión, que hiciera imposible el estallido de una nueva guerra en el continente europeo. Sesenta y cinco años más tarde, su mensaje de paz y unidad sigue vigente.

El llamamiento de Schuman a zanjar divisiones ancestrales, tan solo cinco años después del término de la Segunda Guerra Mundial, fue el cimiento de lo que hoy se ha convertido en la Unión Europea. A través de los años, nuestra Unión ha crecido de seis a veintiocho países, convirtiéndose en el proyecto de paz más ambicioso del mundo. El sueño de los Padres Fundadores de Europa se ha hecho realidad.

Sin embargo, la paz y la prosperidad —basadas en un profundo compromiso con los derechos fundamentales, la democracia y el Estado de derecho— no pueden darse por sentado. Son fruto de un esfuerzo diario, en constante evolución, algo que debe de ser alimentado y protegido.

Al tiempo que el fantasma de la guerra regresa a nuestro continente, nuestra unidad continúa siendo nuestra mayor fortaleza. Cuando se viola la ley internacional y la dignidad humana se trata con desprecio, tenemos la gran responsabilidad de alzarnos en defensa de los valores fundamentales y los intereses que compartimos con los pueblos del mundo.

Este Día de Europa lo celebramos con un nuevo liderazgo al mando de nuestra Unión. Desde el primer día en funciones nos hemos dedicado a trabajar en equipo y a difundir el mensaje de unidad dentro y fuera de nuestras fronteras.

La Unión Europea es un proyecto permanente de paz. Cada Estado miembro, grande y pequeño, viejo y nuevo, tiene un asiento en la mesa y una misma voz. Construir la unidad desde la diversidad puede resultar complejo. Sin embargo, mediante una cooperación constante y paciencia en las negociaciones alcanzamos consensos sólidos. Esto es lo que hoy necesitamos para lograr resultados globales. Hemos creado el Servicio Europeo de Acción Exterior para trabajar con nuestros socios en todo el mundo —en África, en América, en Asia y en el mundo árabe. Estos son nuestros propósitos.

Poner fin a las guerras consiste en superar divisiones y unir a antiguos enemigos. Se trata igualmente de ofrecer a las nuevas generaciones el derecho a decidir sobre su futuro. Por ello nos mantenemos unidos en la lucha contra el extremismo y el crimen organizado, así como trabajando contra el impacto del cambio climático y garantizando nuestro futuro energético.

Nos esforzamos para elevar estándares globales como el acceso al agua potable y a respirar aire limpio, así como a gozar de mejores niveles de vida e índices de bienestar como a los que aspiramos en Europa.

También trabajamos con nuestros socios internacionales para invertir en educación e innovación y así abrir nuevas oportunidades, en particular para aquellos y aquellas nacidos en la pobreza, y en zonas de conflicto.

La Unión Europea es un proyecto de futuro. Hoy celebramos el día de Europa, no sólo para recordar, sino también para mirar hacia adelante. Espero que nos acompañen en este trabajo a favor de un mundo donde todas las personas, no importa quienes sean o donde vivan, puedan forjar su propio destino y hacer sus sueños realidad.

Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea

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