Por Carlos Mario Landetta

En Japón se ocupa la basura acumulada para crear cemento. Esto podría ser una solución en nuestro país para acabar con los vertederos sobresaturados de basura pero… ¿Por qué en Japón es posible y en México estamos muy lejos de que lo sea? La principal razón viene de la educación que tienen los japoneses para separar la basura.

Ciudades, como Hidaka al sur del país, se deshacen de más del 98% de los desechos generados en los hogares con este procedimiento. A pesar de que provoca contaminación del aire,  para los nipones es redituable y contribuye a la protección del medio ambiente.

Mientras en México separamos la basura sólo en dos; en el país asiático existen  hasta 4 grandes divisiones de la basura: combustible, no combustible, reciclable y de tamaño grande, en las grandes ciudades incluso subdividen estas clasificaciones.

Según el INEGI, 46 de cada 100 hogares mexicanos separan la basura, y toda la basura se levanta el mismo día cada semana. Mientras que en Japón los servicios de basura no levantan los desechos si no están separados y cada tipo de desperdicio tiene su día específico para recogerse.

Los japoneses, antes de echar la basura al bote, la separan en cada parte. Las botellas, por ejemplo, tienen la tapa, la etiqueta y el plástico, y los tres se clasifican diferente; las lavan, las secan y las tiran en el bote correspondiente. Las bolsas negras no se ocupan, se utiliza una semitransparente más fácil de reciclar pues al incinerarse produce menos gases.

¿Y cómo la separación de la basura modifica la cantidad de contaminación que genera el proceso?

Los desechos se ponen en un horno calentado a más de mil grados Celsius provocando la fermentación aeróbica de la basura. Es decir, la basura se descompone y se mezcla hasta quedar como una masa suave que emite gases de dióxido de carbono (CO2), uno de los que más dañan el aire.

La calidad de emisiones generadas en el proceso dependerá de lo quemado y de la cantidad. No es lo mismo quemar papeles, cáscaras de fruta o un par de zapatos que productos electrónicos, llantas o desechos industriales que por ellos mismos ya generan un tipo de contaminación.

Por esta razón no toda la basura llega a las fábricas cementeras de Japón para ser quemada, sólo se utiliza la menos contaminante. Pero, antes de echar los residuos al horno, se hace una última revisión para evitar la filtración de algo que sea más dañino para el medio ambiente.

Si queremos soñar con que esta será la opción para terminar con la excesiva acumulación de residuos en nuestro país, primero debemos tomar conciencia de cómo manejamos la basura desde que está en nuestras manos y no pensar en su tratamiento como una responsabilidad ajena.

 

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