Son muchas las variables que entran en la ecuación del comercio y al mismo tiempo muchas las naturalezas y derivaciones las que se conjugan para dar un sello distintivo o no, a los países en esta materia. Justo ahora cabría hablar del Canal de Panamá el cual une dos océanos: el Atlántico y el Pacífico y que este domingo 26 de junio del 2016 celebró la inauguración de su nuevo proyecto de expansión a más de 100 años de su inauguración en 1914. Dicho proyecto duró 9 años e implica poco más que duplicar la capacidad de cargo actual del Canal con una tercera línea adicional, más amplitud y profundidad lo que permite el paso de buques más grandes y con una capacidad de carga de casi tres veces más contenedores a la actual, propiciando mayores economías de escala.

Algunos críticos de esta inversión han manifestado que los retornos esperados en el corto plazo no justifican la millonaria inversión de aproximadamente 5 mil millones de dólares. En esto se pueden tener diversas opiniones y ópticas, dado que productos que vayan por ejemplo de Asia a la costa este de Estados Unidos pueden tener un ahorro en tiempo de llegada de alrededor de 5 días con sus respectivas repercusiones.

No debemos olvidar que tan solo en 2015 a través del Canal de Panamá se comerciaron más de 340 millones de toneladas de bienes que representaron el 6% del comercio global en dicho año. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) espera que con esta ampliación sus ingresos crezcan, alcanzando para el año 2021 los 2 mil millones de dólares.

Adicionalmente, se deben considerar eventos que tienen incidencia en la actividad del Canal. Países como Nicaragua y Honduras en materia de inversión portuaria han manifestado su interés incluso hablando de ciertos proyectos. Debemos mencionar también el caso de la tan expectante decisión del Brexit esta semana, donde los británicos votaron su salida de la Unión Europea, con la consecuente reconfiguración (entre otras, comercial) en Europa y sus afectaciones en diversas regiones del orbe en materia cambiaria, de flujos comerciales, inversiones, por mencionar sólo algunas.

Negociaciones como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que ha estado muy presente en el discurso electoral del vecino del norte y que pudiera representar conforme a lo proyectado el 40% del PIB mundial afectaría al Canal de Panamá de darse el caso el comercio bidireccional entre Asia y Estados Unidos por poner uno de muchos ejemplos.

Cabe mencionar que sí bien México está entre los 10 principales países usuarios del Canal también hay un flujo considerable de productos a territorio nacional provenientes del país centroamericano y en particular de la Zona Libre de Colón, y que desde el pasado 1 de julio del 2015 se dio una liberalización en la relación comercial entre México y Panamá ante la entrada en vigor de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países donde México tiene por cierto un papel superavitario.

México por su lado ha incrementado su capacidad portuaria a alrededor de 370 millones de toneladas y ante el anuncio de inversión federal en 25 proyectos se espera llegar a las 500 millones de toneladas anuales. En el ramo carretero también hay proyectos a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) con un presupuesto de 61 mil millones de pesos. En el caso de la infraestructura ferroviaria el año pasado se tuvo un crecimiento del 3.4% en la carga transportada por este medio, todo ello representa importantes mas todavía insuficientes inversiones para el dinamismo y ahora renovados retos del comercio de nuestro país.

Lo cierto es que más allá de la incertidumbre influenciada por los vaivenes del entorno y las controversias que la inversión en un proyecto de este nivel representan, este domingo Panamá inauguró la expansión de su Canal y abonó a la ampliación de capacidades del comercio mundial.

Director de la Escuela de Negocios del Tec, campus Guadalajara

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