Diconsa es parte de México y ha evolucionado con su historia; sus orígenes se remontan a la década de los años 30 en el siglo pasado, cuando el gobierno creó la Comisión Reguladora del Mercado del Trigo con el propósito de combatir la insuficiencia en la producción de este alimento, garantizar su abasto y regular su precio.

Al paso de los años la forma en la que el gobierno atendió problemas de abasto, producción de alimentos y regulación de precios fue modificándose de acuerdo a las condiciones imperantes.

Hoy en día Diconsa es la red de abasto más grande no sólo de México sino de América Latina, con más de 27 mil puntos de venta, más del doble que tiendas OXXO, a través de los cuales garantiza el cumplimiento del derecho constitucional a la alimentación de la población y, en particular, de aquella en situación de pobreza.

El Programa de Abasto Rural (PAR), a través del cual se distribuyen productos alimenticios con alto contenido nutricional y económicamente accesibles, cumplió en noviembre 36 años.

Si bien la creación de la empresa y la canalización de recursos cada año, a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, demuestran el interés y el respaldo del gobierno federal hacia la noble tarea que tiene Diconsa, el compromiso de sus trabajadores, quienes diariamente contribuyen a combatir las carencias en las comunidades marginadas, es esencial.

Diconsa es una empresa de grandes dimensiones, con sus casi 10 mil trabajadores, sus 3 mil 876 vehículos que recorren alrededor de 180 millones de kilómetros al año, equivalentes a dar 4 mil 400 veces la vuelta a la Tierra, y sus más de 300 almacenes, la paraestatal abastece semanalmente a 29 mil 456 localidades, en su mayoría clasificadas como de alta y muy alta marginación, por medio de 27 mil 259 tiendas fijas y 300 tiendas móviles.

Más de 13 millones de mexicanos (3.3 millones de hogares) son clientes de las tiendas Diconsa, lo que en 2015 resultó en ventas por 16 mil millones de pesos, 36% superiores a las observadas al cierre de 2012. Estos datos no sólo nos revelan el buen estado de la empresa sino el potencial que ésta tiene para contribuir con el desarrollo social del país.

Sin perder de vista que el eje central y la razón de ser de Diconsa es el PAR, y que por tanto es la prioridad de la empresa, estoy convencido que haciendo ajustes necesarios e incorporando tecnología a algunos de nuestros procesos, obtendremos ganancias importantes en eficiencia, lo que permitirá a Diconsa ofrecer otros servicios al gobierno federal y a gobiernos estatales y municipales en favor de la población mexicana y explotar al máximo la capacidad de su red.

El proceso de cambio que llevaremos a cabo en 2016 será participativo; en Diconsa hay muchos años de experiencia acumulada, un profundo conocimiento de la realidad y las necesidades del México rural, así como un compromiso total con la misión que tiene la empresa. En consecuencia, las voces de la familia Diconsa serán tomadas en cuenta. Las decisiones están sustentadas con análisis serios y evaluación para poder cuantificar los resultados esperados.

Hoy Diconsa tiene la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en su historia teniendo todos los elementos para que éste sea de éxito.

Director general de Diconsa

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