Además de una transformación institucional, la Reforma constitucional en materia de telecomunicaciones y radiodifusión del 11 de junio de 2013, esbozó y ordenó el diseño y desarrollo de algunos proyectos importantes que, supuestamente, vendrían a modificar los contrapesos de la competencia —o no competencia— del sector.

Para combatir la enorme concentración que existe en el mercado de televisión abierta, la Reforma ordenó al Instituto Federal de Telecomunicaciones licitar dos nuevas cadenas de televisión nacional abierta comercial. Una de ellas fue exitosamente adjudicada a Grupo Imagen de Olegario Vázquez, pero la otra cadena quedó desierta porque Francisco Aguirre, de Grupo Radiocentro, finalmente no consiguió quién financiara el altísimo y esquizofrénico monto ofrecido por ella. A la fecha, el IFETEL no nos ha dicho si habrá o no nueva licitación y si, en su caso, será de cobertura nacional o regional. Aunque casi le apostaría que ya no habrá licitación y guardarán el espectro para comunicaciones móviles. Resultado: una cadena de dos.

Para combatir la poca competencia en tv de paga, incluyó la Constitución el must carry y must offer a fin de evitar que los canales abiertos de televisión fueran escatimados y con ello se restringiera la competencia. Estupenda decisión, ¿no? En efecto, pero algunos se arrepintieron en el camino y la ley secundaria otorgó una “franquicia” a Televisa para comprar las cableras que quisiera sin necesidad de obtener autorización del Instituto. Resultado: ahora hay más concentración en televisión de paga. Una contrarreforma y una burla.

Para combatir la concentración en telecomunicaciones protagonizada por América Móvil y poner a disposición de forma no discriminatoria el espectro dando cobertura a zonas marginadas del país, se creó la figura de la red compartida mayorista a la que se le asignarían los 90 MHz de la banda de 700 MHz, un proyecto de 10 mil millones de dólares. La idea es que esta red sólo preste servicios a otros operadores. Su diseño constitucional es muy malo y la implementación del proyecto lleva por lo menos un año de retraso. Lo peor es que nadie sabe qué y cómo hacer lo que la Constitución señala; aún así, la nueva subsecretaria Mónica Aspe, lucha para sacar adelante el proyecto que pasó de noche por el anterior subse y actual quasigobernador de Colima, Ignacio Peralta. Resultado: la banda de 700 Mhz. en la congeladora.

La preponderancia —made in Mexico—, fue la figura estrella de la Reforma y sus medidas parecen no haber tenido el efecto que se buscaba de poner el terreno parejo de la industria de un solo manotazo. Hay otros proyectos tampoco marchan, ahí tiene usted la red troncal de CFE, que no ha avanzado en su construcción o el apagón analógico que seguramente se retrasará. Suena pesimista pero es realista.

*Presidenta de Observatel y profesora de la Universidad Iberoamericana en México. Este artículo refleja la posición personal de la autora.
Twitter: @soyirenelevy

Google News

Noticias según tus intereses