Pablo Ahmad

se define como una mezcla de gaucho, mariachi, juglar y jeque. Argentina le dio una patria, pero México, dice, le dio una familia, amigos y una cultura que ha asimilado, "me entregó todo y mucho más".

Esos ingredientes, que no son otra cosa que "el eclecticismo en su más pura expresión", dan vida a Un poco de tango, un cacho de todo , su segundo álbum como solista del que se han desprendido el sencillo homónimo y "Loco"; en total 12 canciones acompañado por el cuarteto TangoRock.

"Junté los ritmos que me gustan y conozco: tango, el candombe, balada, cumbia… Hasta ahora es mi disco más genuino", dice Ahmad, descendiente de sirios y quien no olvidó la tierra de sus abuelos, ya que incluyó un tema en árabe: "Mariam Ti".

Es tan popular como "Las mañanitas", explica, de la época cuando el ejército otomano tenía tomada Siria. Los militares llegaron y se la llevaron. Entonces Mariam se volvió canción.

Pablo es heredero también de Gardel, Piazzola y Luis Alberto Spinetta. Sin embargo confiesa un anhelo imposible. "Mi sueño era tocar con Juan Gabriel y se muere, ¡carajo! Al principio decía ¿qué es esto, qué hace este señor?, no lo entendía. Luego me volví su fan, era un artista completo".

Lo que sí desea es continuar con las fusiones. "Algún día haré el reguetango", dice sin más detalles, por aquello de que pudieran robarle la idea y suelta la risa. El disco saldrá a la venta el 13 de noviembre, físico y en plataformas digitales.

El 19 de septiembre ensayaba en la colonia Roma cuando la tierra se movió. "Mi primera reacción fue 'me voy', pensé en Querétaro, Finlandia, lo más lejos. Sentí miedo por mi hija, por la muerte de todos".

Apenas tuvo tiempo para la reflexión y se convirtió en voluntario con su banda. "Éramos cinco argentinos brutos dando vueltas". Y dieron muchas en los centros de acopio, en edificios que se vinieron abajo donde se necesitaban manos.

"Agradezco a Dios haber estado allí, es algo que me va a marcar toda la vida y terminé de hacerme hombre. Me terminé de hacer mexicano", revela.

El 18 de octubre toca en el Lunario en beneficio de la Fundación Sedac, que apoya a niños y mujeres marginados. Luego, el sábado 28 de octubre, dará otro show altruista.

"Dicen que del temblor aprendimos a ayudar 10 kilómetros a la redonda. Tuve la suerte que me invitaran a levantar la Roma, daré un concierto en el techo de la icónica casa de Tina Modotti llamado 'Roma-Condesa Vive'. La idea es reactivar esos dos barrios y que se sumen otros".

sc

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