El autor estadounidense William Giraldi se ocultó en sus músculos para no revelar su verdadera pasión: la lectura, actividad que su familia y sus amigos pensaban era "afeminada".

El autor de El cuerpo del héroe dijo a que pasó años de locura en el gimnasio para "parecer más hombre" mientras leía a Keats en secreto y a sus conocidos les decía que en realidad veía la revista PlayBoy.

El escritor busca con su obra abordar el estigma de los hombres, pues mientras a las mujeres se les considera débiles a los varones no se les permite serlo.

El autor compara sus lecturas sigilosas con la "vida bifurcada" que experimenta un chico homosexual que no se atreve a salir del armario.

En la primera mitad de su obra Giraldi aborda cómo tras una meningitis a los 15 años comenzó a trabajar sus músculos; en la segunda, aborda la muerte de su padre en un accidente en motocicleta.

Para el escritor ambas imágenes significan "una forma primitiva de tribalismo que impuso a los hombres a probarse a sí mismos, incluso de forma peligrosa".

Sobre los estigmas señala que nunca se van realmente, "que hay un rito de iniciación, pero una vez que se inicia, nunca termina. Nunca estás libre de ello. Nunca te deja escapar. Es una forma envenenada de ser un hombre, porque nunca se puede ganar".

El escritor tiene un hijo al que busca dar una educación diferente: "Quiero que entienda que se puede ser hombre y amar la literatura, y la música, y el arte; quiero que sepa que los hombres reales osn misericordiosos, que los hombres reales son amables, que los hombres reales muestran amor, y no desprecio, hacia aquellos que son más débiles2.

Por el momento el libro está únicamente disponible en EU.

nrv

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