Según transcurren las semanas, cobra mayor verosimilitud la versión de que una reunión del presidente Peña Nieto con empresarios clave del país fue utilizada para solicitarle “robarse” las elecciones de este año a fin de impedir la llegada de Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con fuentes acreditadas, el hecho ocurrió al término de un encuentro, celebrado el 14 de diciembre pasado, entre el mandatario y el Consejo Mexicano de Negocios, que reúne a 50 magnates que en conjunto han anunciado inversiones durante la actual administración por 150 mil millones de dólares. El propio gobierno mexicano dio cuenta de la reunión en términos formales. (https://goo.gl/itz2XB).

Los reportes disponibles indican que al término del evento, Claudio X. González Laporte, que lidera al citado Consejo, pidió al Presidente un momento aparte para hacerle un comentario privado, por lo que ambos se dirigieron a una oficina, donde habría ocurrido la petición de “robo” electoral, más estrafalaria si se considera que desde el entorno personal de este empresario han surgido acres cuestionamientos sobre actos de corrupción en la administración Peña Nieto.

El 31 de enero pasado, 45 días después, el propio López Obrador denunció la existencia de este reclamo y aseguró que el mismo había sido recibido por el mandatario con perplejidad e indignación.

Pero González Laporte es apenas uno de los rostros, hasta ahora el más visible, en una coalición de intereses determinados a combatir la posibilidad de que el político tabasqueño conquiste Los Pinos en esta tercera y última oportunidad.

Lo singular es que múltiples evidencias documentan que no se trata de encararlo bajo los recursos que toda democracia permite a los rivales políticos. La apuesta es, como ocurrió en 2006, hacer del movimiento anti López Obrador un fenómeno de rumor y propaganda negra. Se pretende, en sentido estricto, construir un nuevo complot.

En esa línea se han venido sumando expresiones como el autodenominado portal de noticias pejeleaks.com; de aplicaciones para teléfonos celulares como “Mata un peje zombie”, y múltiples cuentas en redes sociales cuyos administradores tienen capacidad técnica y económica para “viralizar” contenidos. El nombre de sus directivos, técnicos, patrocinadores o supuestos periodistas pertenece al más absoluto misterio.

Estudios iniciales revelan que estos proyectos digitales están lejos de ser creaciones de improvisados. Su entrada en escena necesariamente fue respaldada por una inversión en equipo y en dispositivos varios para ocultar la sede y cualquier otra información sobre sus operadores.

En este contexto, un personaje capta sospechas dentro y fuera del primer círculo del candidato de Morena. Este personaje es Juan José Rendón, un controvertido publicista que en 2012 colaboró en la campaña del ahora presidente Peña Nieto, y quien de manera confidencial seguiría prestando servicios al PRI.

Rendón, nacido en 1964 en Caracas, Venezuela, radica en Miami. El más superficial acercamiento a su historia (en su portal en internet, en entrevistas) revela a un hombre afectado por la megalomanía, por lo que es difícil determinar dónde termina la leyenda que él mismo busca construirse y dónde comienzan las verdaderas tareas que podrían habérsele encomendado, pese a que el presidente del PRI, Enrique Ochoa, ha declarado que no trabaja para el partido oficial.

Con gesto hierático, el rostro de JJ Rendón, como gusta en llamarse, se ha multiplicado en anuncios espectaculares con la portada de una revista Líder, en la que él advierte que hará todo lo que esté a su alcance para evitar el triunfo de López Obrador. Está demostrado que este tipo de anuncios no corresponde a una campaña formal, sino que es un recurso necesariamente caro, para promover políticamente al sujeto en cuestión, en este caso el señor Rendón.

Pejeleaks.com y otros espacios de esta naturaleza han difundido ya supuestas investigaciones sin respaldo documental, con la elaboración propia de libelos, con las que se busca levantar acusaciones de corrupción contra López Obrador y su entorno personal, incluso sus hijos.

El difícil interpretar si el propósito de tales iniciativas es que estos señalamientos permeen entre el electorado, o provocar exasperación en el candidato al grado de emprender acciones que lo pongan en predicamento, como ya ha ocurrido en otras ocasiones con López Obrador.

Por ahora es un misterio también la actitud que las autoridades electorales y el resto de los candidatos asumirá frente a este tipo de recursos que harían palidecer de envidia a los ficticios o reales conspiradores rusos que tanta fama han cobrado.

APUNTES:

Los consejeros del Instituto Nacional Electoral que encabeza Lorenzo Córdova, tienen listo un dictamen que dispone invalidar las candidaturas independientes de Margarita Zavala, Armando Ríos Piter y Jaime Rodríguez El Bronco, por irregularidades en la recolección de firmas. La única duda es si tendrán el temple de soltar esa bomba.

rockroberto@gmail.com

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