Leonardo Guillermo González Tafolla

Durante los pasados 25 años en la región de Apatzingán las diferentes expresiones de la violencia nos han negado el derecho a vivir con dignidad, en libertad y sin miedo. Esta situación ha provocado una profunda fragmentación del tejido social, impunidad crónica y el deterioro del bienestar personal y colectivo.

La exacerbada criminalidad, la constante violación de nuestros derechos y el enraizamiento de la cultura de la violencia en sus múltiples formas hace imperativo realizar un proceso eficaz y corresponsable de reconstrucción del tejido social por la comunidad, los tres niveles de gobierno y los colectivos ciudadanos.

De acuerdo con las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las tasas de incidencia por cada cien mil habitantes, en los delitos de homicidio doloso, robo con violencia y extorsión, nos sitúan desde 2015 en el primer lugar estatal y como uno de los municipios más violentos de México.

Durante estos años de violencia creciente, la ciudadanía permaneció casi inactiva en la búsqueda de la paz y el bienestar. Fue hasta el levantamiento de las autodefensas que se alzaron las voces ciudadanas. El Padre Gregorio López Gerónimo (Padre Goyo) en 2013 fue el líder iniciador del primer movimiento ciudadano CCRISTOS (Consejo Ciudadano Responsable de Impulsar el Sano Tejido del Orden Social) que “empezó a levantar la voz, decir la verdad y denunciar la colusión del gobierno con los grupos criminales”. En 2015 se transformó en la Mesa de Seguridad y Justicia de Apatzingán.

Entre 2016 y 2018 un grupo diverso de habitantes de Apatzingán y un grupo de investigadores nacionales e internacionales liderados por la Dra. Jenny Pearce, construyeron de manera colectiva la Agenda de Seguridad Humana de Apatzingán (proyecto “Co-construyendo Seguridad Humana en México: Una metodología y plan de acción de las comunidades hacia el Estado”) para presentar una reflexión sobre los problemas que afectan a la comunidad y lo que se puede hacer para mejorar las condiciones de vida.

Para impulsar las recomendaciones de la Agenda, como iniciativa de la Mesa de Seguridad, se formó el Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán en marzo pasado. Se fundamenta en el modelo del Observatorio Nacional Ciudadano y del de Seguridad Humana de Medellín Colombia.

Nuestra visión es impulsar el desarrollo de 57 recomendaciones de la Agenda para la construcción de nuestra seguridad humana en los ámbitos: personal (asaltos, robos y reclutamiento de jóvenes por el crimen); mujeres (violencia en los hogares y respeto a las denuncias de violación de sus derechos); comunitario (estrés y desintegración familiar, narco-cultura, opciones de convivencia familiar); político (ciudadanía desinformada y desconfianza en autoridades); económico (empleo escaso, extorsiones y mínima inversión); salud (adicciones y desesperanza); y ambiental.

Hemos iniciado tres programas:

Con el apoyo de Observatorio Nacional Ciudadano, un sistema de información oportuna y confiable sobre la incidencia delictiva mensual para sensibilizar a la ciudadanía y propiciar corresponsabilidad.

Apoyados por el CIAS (Centro de Investigación y Acción Social del programa de Jesuitas por la Paz), la formación de capacidades de liderazgo para organizar la reconstrucción del tejido social comunitario (encargados del orden de colonias, funcionarios municipales y líderes de colectivos ciudadanos).

Con apoyo de estudiantes en servicio social: el mapa de incidencia delictiva de alerta comunitaria; servicio de orientación legal y gestoría de servicios municipales; difusión de actividades asistenciales, culturales y deportivas; diagnóstico de transparencia de servicios municipales.

Adicionalmente organizaciones sociales han emprendido programas que atienden recomendaciones de la Agenda. La Mesa de Seguridad “Disminución de consumo de alcohol en jóvenes, prevención del robo de vehículos”. La Parroquia del Carmen “Asistencia a víctimas y programas culturales de valores”. El DIF municipal “Fomento de valores en la familia y la niñez”. CONALEP “Fomento de valores en los jóvenes”

El reto es enorme: propiciar el cambio de una cultura de violencia y pobreza a una de paz y trabajo, que permita el desarrollo socioeconómico y ambiental sostenido para el mejoramiento del bienestar comunitario. Por ello hacemos una invitación a organizaciones nacionales y regionales para que nos compartan sus experiencias y nos brinden su apoyo.

Director del Observatorio Regional de Seguridad Humana de Apatzingán
@ObsSegAptz @ObsNalCiudadano

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