Como si le hiciera falta más ruido al rebautizado Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la empresa Mota Engil México, a cargo de José Miguel Bejos, se puso en pie de guerra contra Federico Patiño, el administrador del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM). Los portugueses, cuyas relaciones empresariales con el gobierno federal han sido más que fructíferas este sexenio, lo acusan de descalificarlo legalmente de la licitación para construir el Centro Intermodal de Transporte Terrestre del nuevo aeropuerto.

El concurso, realizado en noviembre pasado, se declaró desierto, pero se reactivó y se pretende otorgar en febrero… si la maquinaria mediática, económica y legal y de Mota Engil no frenan la que es considerada la última gran licitación del NAIM.

El argumento de Mota Engil es que el GACM actuó de manera ilegal al declarar desierta la licitación, pues su oferta no rebasó el techo presupuestal. Patiño, por su parte, expone que su oferta económica no consideró el Impuesto al Valor Agregado, por lo que al incluirlo quedó descalificada, igual que la de otros cuatro consorcios, entre ellos el encabezado por Prodemex, de Olegario Vázquez Aldir, y el de La Peninsular, de Carlos Hank Rohn.

Mota Engil ha sido una de las empresas consentidas del presidente Enrique Peña Nieto. Una investigación de EL UNIVERSAL reveló que está en el top 10 de las empresas con más contratos públicos, según Compranet. Más de 18 mil millones de peso se le han adjudicado en obras este sexenio. Su representante en México, el influyente empresario José Miguel Bejos, director general del Grupo Prodi, suele partir el aire en el campo de golf con el presidente Peña y algunos miembros de su gabinete.

El coraje de José Miguel, dicen inversionistas del sector, es porque Mota Engil no ha ganado una sola licitación del NAIM, mientras que los consorcios de los empresarios cercanos al gobierno, como Carlos Slim, Olegario Vázquez, Carlos Hank, Bernardo Quintana, Hipólito Gerard y Héctor Ovalle sí. Hay quien dicen que el contrato del Centro Intermodal de Transporte Terrestre está reservado para la española Sacyr o para OHL, y Mota Engil está haciendo todo lo posible para arrebatárselas.

En el gobierno confían en que la inconformidad de Mota Egil no detenga el nuevo proceso de licitación cuyo fallo se dará a finales de febrero, pues esto podría desfasar los tiempos de entrega del proyecto de infraestructura insignia del presidente Peña Nieto. “Sería un desafío al Presidente”, opina un empresario.

Nada está escrito aún. Al menos 15 empresas que participaron en la licitación de noviembre volverán a presentar sus ofertas técnicas y económicas en la nueva convocatoria de la que deberá salir un consorcio ganador el 23 de febrero.

Mientras tanto, el miércoles el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) le hizo un numerito a Federico Patiño: se plantó afuera de las del GACM, en la Ciudad de México, para ejercer presión y lograr que se le otorgue el contrato de la red distribución eléctrica del nuevo aeropuerto. “Vamos a seguir luchando hasta recuperar lo que nos arrebataron", gritaba Eduardo García, presidente de LF del Centro.

A través de esta empresa, LF de Centro, el SME participa en uno de los consorcios para obtener dicha licitación. Uno de sus socios es ni más ni menos que Monta Engil. Su propuesta, por 4 mil 199 millones pesos, es la cuarta más cara de las 10 que se presentaron ante el GACM. Isolux, Arendal e ICA Flúor son otras de las firmas que buscan quedarse con ese contrato.

¿Servirá la estrategia de presión de Monta Engil y el SME para que se les adjudiquen los contratos?

Más cambios. El presidente Enrique Peña Nieto sigue moviendo sus piezas para enfrentar su último año de gobierno y, más importante, las elecciones del 1 de julio. Uno de los cambios relevantes, de cara a la próximo reunión de política monetaria que tendrá el Banco de México (Banxico) el próximo 8 de febrero es el nombramiento de Irene Espinosa, actual Tesorera de la Federación, quien ocupará la vacante que dejó Alejandro Díaz de León al ser nombrado gobernador del banco central. Se trata, además, de una designación histórica, pues será la primera mujer en formar parte de la junta de gobierno del Banxico.

Otro movimiento relevante es la salida de Vanessa Rubio de Hacienda, para unirse a la campaña de José Antonio Meade. Su lugar sería tomado por Miguel Messmacher, quien solamente brincará de la subsecretaría de Ingresos a la de Egresos. Lo relevaría Alberto Torres, hoy director de la Unidad de Crédito Público de Hacienda.

Y quien se iría a esa dirección de Hacienda sería el actual CFO de Pemex, Juan Pablo Newman.

Quien dicen sigue sólido como una roca en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes es su titular Gerardo Ruiz Esparza.

Twitter: @MarioMal
Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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