Por Óscar Colorado Nates*

Desde hace unos seis meses no han parado de surgir notas relacionadas con fotógrafos que han sido acusados de acoso sexual. Y no hablamos de figuras menores, sino de grandes luminarias de la fotografía.

Ahora, por desgracia, ha tocado el caso a Nicholas Nixon, quien es un fotógrafo muy importante. Su trabajo “The Brown Sisters” (Las Hermanas Brown) es el  más conocido de su carrera. Durante 40 años, desde 1975, ha realizado una foto anual de su esposa y sus cuñadas. Nixon es una de las figuras más respetadas en el mundo de la fotografía.

Nicholas Nixon ha sido acreedor a la prestigiada National Endowment for the Arts Fellowship y dos veces la Beca Guggenheim, la misma con la que Robert Frank hizo "Los Americanos". La obra fotográfica de Nixon forma parte del acervo permanente de instituciones de primer nivel como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museum of Modern Art (tanto en NY como en San Francisco, que son museos distintos), el Smithsonian y el Museo de Bellas Artes de Boston, entre otros.

Nicholas "Nick" Nixon trabajaba como docente en el Massachussetts College of Art and Design pero el pasado 22 de marzo el Rector, David Nelson, anunció en una carta a la comunidad que aquella institución superior tomaba muy en serio las acusaciones de abuso sexual y que el profesor Nicholas Nixon se encontraba bajo una investigación, prevista en los reglamentos de esa Universidad. También anunciaba el retiro anticipado de Nicholas Nixon.

Se acusó al fotógrafo de promover una conducta sexual inadecuada al asignarle a los alumnos proyectos fotográficos como realizar series donde el motivo eran genitales del sexo opuesto.

Nicholas Nixon declaró: “Aliento a los alumnos a aceptar y usar su sexualidad en su trabajo fotográfico” explicó al Boston Globe “Pero nunca me he insinuado, tocado ni realizado ninguna utra conducta personal inapropiada. Ahor ame doy cuenta de que debí censurarme más. Extiendo a mis estudiantes una profunda disculpa”.

Las posiciones de poder siempre se han prestado a los abusos: desde los grandes productores audiovisuales (son legendarias las historias al respecto desde el Hollywood de los años 30) hasta políticos de todo país y orientación. El mundo de la moda no está, ni mucho menos, exento de esta situaciones. Y es que las relaciones de poder, desgraciadamente, con frecuencia se manifiestan en el acoso en el terreno sexual. La presión por lograr una carrera puede ser aprovechada por individuos sin escrúpulos. Personalmente no creo que sea un tema nuevo. Lo que sí me parece que es nuevo, y lo veo como una nota positiva, es que las víctimas de los acosadores alcen la voz ante una conducta moralmente errónea y legalmente castigada.

Ahora bien, lo que no me parece correcto es que el mero hecho de lanzar una acusación ya sea tomado casi como un hecho demostrado. Jurídicamente es una aberración y, al menos para el caso de nuestro país, una violación a las garantías de legalidad que ofrece a todo ciudadano el artículo 16º Constitucional.

Sin embargo, en el caso del acoso sexual, parecería que ante la más leve presunción de culpabilidad, se ejecutan sentencias. Me explico: En el caso de Nicholas Nixon, anunció su retiro anticipado. No sabemos si renunció o "lo renunciaron". Pero en el caso de otros fotógrafos, como el de Mario Testino, han sido puestos en la lista negra y se les han negado contratos. Desde luego, yo no sé si las acusaciones contra Testino o Nixon son legítimas. Sin embargo, lo que me parece que atenta contra los derechos más elementales  es el que sufran consecuencias en su nombre, persona, contratos, relaciones laborales y se les estigmatice a priori. Si hasta a los delincuentes que son apresados por narcotráfico, asesinato, secuestro y otros delitos graves se les permite un cierto anonimato en tanto no son demostrados culpables ¿Por qué sí se perjudica el nombre y fama, amén de los perjuicios económicos, en el caso de los fotógrafos antes de demostrar si hubo o no responsabildiad?

Yo no digo que se deje impune a quien haya cometido una conducta errónea. En el caso de Nixon también hay una responsabilidad como docente porque los profesores siempre tenemos una relación de poder sobre los alumnos. Mientras exista una calificación de por medio, siempre existe esta relación de subordinación. Pero también es importante matizar y que se juzgue con todos los elementos en la mano. En el caso de Nicholas Nixon nos enfrentamos a un escenario que podría ser común: el profesor que no abusa de los alumnos, pero que es permisivo en términos de qué tipo de proyecto encarga a sus alumnos. No hay que olvidar que una buena parte del trabajo profesional de Nixon se dio después de la revolución sexual de la década de 1960, cuando se "liberó" el tema y se adoptó una conducta más abierta y permisiva. Desde luego, Nicholas seguramente no imaginó que alguien, en el futuro no muy lejano, se pudiera sentir ofendido.

En todo caso, y como dicen coloquialmente, mientras son peras o son manzanas, Nicholas Nixon pasa no solamente al banquillo de los acusados, sino al de los apestados, al de los sin trabajo, al de los de la lista negra. Eso me parece denigrante, injusto y revanchista. Como sociedad está muy bien proteger a las víctimas si alguien utiizó su poder, pero no lo que no está bien es desatar una cacería de brujas y generar una suerte de pre-condena. Porque esto nos llevaría a una situación al estilo Minority Report Judge Dredd que es divertida y luce bien en las películas, pero que en la realidad puede convertirse en una injusticia.

OC

______

Óscar Colorado Nates, editor de es crítico, analista y promotor de la fotografía. Miembro de y fundador de. Doctorando por la Universidad Complutense de Madrid; catedrático de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (CDMX).

Google News

Noticias según tus intereses