En el mundo empresarial, las transformaciones más importantes son la automatización de procesos y el uso de inteligencia artificial, que parecen competir con las habilidades humanas. Existe un gran debate sobre las consecuencias que traerán al ecosistema laboral. Por un lado, están quienes piensan que resultarán en la destrucción de millones de empleos; por otro lado, los que piensan que provocarán la eliminación de ciertas tareas y probablemente algunos empleos, pero abrirán la puerta para la creación de nuevas ocupaciones.

Más allá del debate, la realidad es que, por lo menos en el corto plazo, hay un proceso de ajuste que puede ser doloroso para los involucrados. Después de todo, aunque se creen muchas fuentes de trabajo en la industria del software, por ejemplo, Por otro lado, acciones de política pública suelen ser extremadamente costosas para las finanzas de los gobiernos y no están exentas de efectos indeseables, como los programas generosos de desempleo que desalientan a las personas a buscar trabajo, promueven la dependencia de transferencias gubernamentales y fomentan el clientelismo político.

Dado lo anterior, es recomendable que se lleven a cabo esfuerzos desde el sector privado para que, de manera libre y voluntaria, con verdadera generosidad, se ayude a las personas más afectadas a prosperar a través de su propio esfuerzo. Es además esperanzador que muchos de estos esfuerzos aprovechen los mismos adelantos tecnológicos para mitigar los mayores
retos que presenta la adopción de la tecnología.

Tuvimos el honor de ser invitados como jueces en la región de Latinoamérica del segundo concurso internacional convocado por el centro de investigación del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, conocido como Iniciativa sobre la Economía Digital (IDE, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo llevar a cabo investigación académica para entender y contribuir con propuestas a los retos y oportunidades que nos presenta esta “digitalización de todo”, como han descrito Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee, fundadores de IDE.

El 8 de noviembre fueron entregados en la sede del MIT premios por más de un millón de dólares a las iniciativas de innovación inclusiva que, a través de soluciones tecnológicas, se consideraron de mayor impacto y con mayores posibilidades de escalamiento. De Latinoamérica, cuatro iniciativas concursaron en una de cuatro categorías: inclusión financiera; crecimiento de ingresos y creación de empleo; desarrollo de habilidades y conexión con oportunidades; así como acceso a tecnología.

En los cuatro proyectos finalistas —Sumá, RedeDots, Levee y Apli— los emprendedores utilizaron tecnología para crear mercados digitales que conectaran productores y trabajadores con oportunidades de colaboración y empleo, buscando tener un impacto a gran escala en la creación de trabajos y reforzando la esperanzadora expectativa de que los avances tecnológicos pueden y deben ser factores determinantes en la generación de oportunidades laborales.

Estamos convencidos que el rol de los empresarios y académicos debe ser promover y apoyar este tipo de iniciativas que conecten personas que buscan poner sus talentos al servicio de los demás, generando así riqueza económica y social a través del ecosistema digital. La generación de empleos dignos, incluso más allá del ámbito personal de cada empresario y académico, es una meta que nos compete y beneficia a todos.

*Directores de las áreas académicas de Comercialización y Entorno Económico, respectivamente, de IPADE Business School.

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