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El espectacular aumento de precios del bitcoin durante 2017 dejó boquiabiertos a todo tipo de analistas. Muchos sospechaban que se trataba de una simple burbuja, y otros se planteaban la posibilidad de que fuera un cambio real de paradigma.

Pero detrás de todos los movimientos —el rally y la caída que vive estos días— estaba una extraña creación financiera, el tether. Bitfinex, el mayor mercado de bitcoins del mundo, ha emitido más de 2 mil millones de lo que en la práctica son ‘dólares falsos’ para hinchar y sostener el mercado las de criptodivisas, sin que aún se sepa a dónde puede llegar su efecto.

En teoría, el tether es una criptodivisa con una tasa de cambio fijo a un dólar. Su razón de ser es preocupante: en abril de 2017, Bitfinex perdió su licencia para operar con bancos estadounidenses, por lo que legalmente no está autorizado a recibir ni entregar ingresos en dólares. Su respuesta fue simple: crear dólares ‘falsos’ vía Tether, empresa en teoría independiente pero que comparte consejero delegado y directores con Bitfinex.

Así, la solución es simple: los usuarios que quieran invertir dólares en Bitfinex deben enviar el dinero a un tercero, con el que el mercado no tiene relación legal, y a cambio reciben tether, una especie de ‘billetes del Monopoly’ que Bitfinex —y muchos otros mercados de criptodivisas— reconocen como equivalentes a un dólar. Sin embargo, la forma de convertir los tether de vuelta a dólares es mucho, mucho más compleja.

¿Para qué sirve un tether? Hasta el pasado 3 de enero, la propia compañía informaba en sus condiciones de uso de que no estaban obligados a entregar dólares de vuelta a cambio de los tether. En otras palabras, los dólares entraban pero no salían. Desde entonces, la compañía paso a decir que “salvo que haya razones legales”, los tether se pueden cambiar por dólares, pero solo por “usarios verificados” que no vivan en Estados Unidos. Es decir, que todos los usuarios estadounidenses que posean tether tienen, en efecto, billetes del Monopoly, sin valor alguno.

¿Qué hacen los pequeños inversores que reciben tether? Los gastan en lo único para lo que sirven: comprar más bitcoins. Desde abril de 2017, la emisión de tethers se ha disparado de 10 millones de ‘dólares’ a 2 mil 240 millones (más 140 millones de ‘euros’). Su efecto es claro: un estudio reciente descubrió que la mitad del aumento del valor del bitcoin se produjo en las dos horas siguientes a cada emisión de tethers. Sin ellas, dice el estudio, el precio de la criptomoneda podría caer “entre 30% y 80%”.

No sólo eso, sino que Bitfinex permite a sus usuarios invertir con apalancamiento por el triple de sus activos. Es decir, los operadores pueden traer 100 dólares y realizar inversiones por valor de 333 dólares —o, mejor dicho, tether—, pagando solo un tipo de interés por la diferencia. Eso quiere decir que los tether podrían multiplicarse por tres, aumentando su efecto aún más a la hora de hinchar los precios y las deudas de los inversores.

En teoría, Bitfinex garantiza que tiene un dólar en efectivo por cada tether emitido, de forma que si en algún momento consigue recuperar su licencia bancaria, podría retirar todos los tether y entregar dinero real a todos los inversores, dejando atrás todo este episodio. El riesgo es que, como en todas las estructuras financieras de este tipo, una corrida bancaria antes de ese momento le dejaría sin la capacidad de entregar su dinero a todos los inversores. Es decir, una bancarrota, con el problema agravado de que los tether, como ellos mismos explican, legalmente no valen nada: los inversores lo perderían todo.

¿Y si no hay fondos? Pero hay un riesgo mayor: que Bitfinex en realidad solo tenga cantidades simbólicas de dólares reales. Durante todo este tiempo, la compañía prometió una auditoría de sus fondos para demostrar que sí existían. En septiembre emitió una “prueba de fondos” en la que el auditor Friedman LLP confirmaba que existían 400 millones, pero con una gran excepción: no podía confirmar que ese dinero no hubiera sido tomado en préstamo ese mismo día para pasar la auditoría.

Desde entonces, se han emitido mil 800 millones más de tether, y no se ha realizado ninguna nueva auditoría. De hecho, el pasado 27 de enero ambas compañías rompieron sus relaciones, por lo que no habrá ninguna otra auditoría en el futuro próximo.

Tomando todas estas piezas, una posibilidad terrorífica para los inversores en bitcoins aparece en el horizonte. En el peor de los casos, Bitfinex no tendría dinero real al emitir tether, sino que estaría inventándose ‘dólares’, que usaría de lleno para comprar bitcoins en su mercado, manteniendo o impulsando el valor de la criptomoneda. Los vendedores de bitcoins, que creen recibir dólares a cambio, estarían recibiendo otra criptomoneda, ilegal en Estados Unidos y casi imposible de cambiar por dinero real.

¿Dónde quedaría el dinero real? En manos de Bitfinex, que recibiría dólares de los compradores a los que luego entregaría tether. En el mejor de los casos, ese dinero estará guardado en un banco para devolverlo cuando quieran recuperarlo los usuarios.

En el peor, ese dinero habrá desaparecido hace ya tiempo, y cualquiera que venda bitcoins solo podrá recibir nuevos billetes del Monopoly a cambio. Mientras el riesgo exista, el valor de las criptomonedas seguirá cayendo. Y si se confirman las sospechas, la explosión en el mercado de criptodivisas será total: al fin y al cabo, los tether han ‘infectado’ casi todos los mercados de estos activos del mundo, y los que hayan preferido invertir en Ethereum, Litecoin o el Petro creado por el gobierno de Venezuela estarán en la misma situación.

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