El nuevo modelo energético en México producto de la reforma aprobada en 2013, es un punto de partida de diversos cambios estructurales y junto con la situación actual del mercado de hidrocarburos a nivel internacional, son piezas claves para entender los retos estratégicos de las empresas mexicanas del sector.

Este contexto ha dinamizado el análisis que las organizaciones emprenden para establecer su estrategia. El primer elemento a considerar —a consecuencia de la reforma—, es la atomización del mercado, debido a la entrada de competidores internacionales, quienes se están convirtiendo en operadores de campos, tomando las labores de producción que hasta hace unos pocos años era exclusiva de Petróleos Mexicanos, paraestatal que hoy es empresa productiva del Estado.

Otro aspecto que se presenta a manera de reto es la relación con una naciente estructura gubernamental que se crea para gestionar los recursos energéticos, regular su explotación y garantizar su propiedad y manejo.

Su importancia radica en las interacciones con estas entidades nacientes y en la complejidad de las comunicaciones en un contexto de marco regulatorio en proceso de creación y de transición normativa desde un esquema de empresa paraestatal hacia uno de libre competencia.

Ante las oportunidades y retos que presenta el nuevo modelo energético para una empresa mexicana, un buen gobierno corporativo es un orientador de valor estratégico que permite proteger a sus grupos de interés, monitorear la creación de beneficios y hacer un uso eficiente de los recursos, mientras brinda transparencia en la información en congruencia con el Código de Conducta, esto significa un continuo interés por asegurar la confianza para sus inversionistas y el reconocimiento de los derechos de terceras partes interesadas.

Según el estudio Gobierno Corporativo en México: Hacia la Institucionalización de la consultora PriceWaterhouseCoopers (PWC), muestra que en México 94% de empresas cuenta con un Consejo de Administración (CA), mientras que 75% también cuenta con un Comité de Auditoría y cerca de 57% reconoció tener comités para cubrir las funciones de Prácticas Societarias en su compañía.

La gobernabilidad aplicable a las empresas que conforman un grupo empresarial se debería conformar por una estructura sólida que sea clave para trascender ante los retos del nuevo modelo energético, y ante un mercado altamente competitivo en México.

A consideración del IMEF Grupo Veracruz, la entidad veracruzana será la más beneficiada en las próximas rondas de la reforma energética; lo anterior, de acuerdo con información pública provista por la Comisión Nacional de Hidrocarburos. De allí el interés del organismo, de coadyuvar en la difusión y promoción de prácticas de Gobierno Corporativo, traducidas en:

1.- Práctica en gobernabilidad corporativa, ejercida a través de consejos de administración y sus asambleas de socios.

2.- Establecimiento de un modelo de servicios compartidos para las actividades que son transversales a las empresas de la organización, con el fin de optimizar las operaciones de cada empresa logrando una economía de escala, todo ello mediante una práctica empresarial de integración de consejeros independientes que aporten experiencia al entorno de actividades críticas de la organización.

3.- Fortalecimiento del equipo de líderes que gestionan áreas estratégicas desde dirección general, ingeniería, construcción, operación y mantenimiento, planeación, administración y finanzas y nuevos negocios, los cuales permean los alcances del Gobierno Corporativo para favorecer la competitividad, la estabilidad y la permanencia.

Para el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) constituir un gobierno corporativo como parte de la estrategia de las empresas mexicanas fortalece prácticas de institucionalización, rendición de cuentas, transparencia y responsabilidad social corporativa, factores clave para trascender bajo el nuevo modelo energético en México.

Presidente del IMEF Grupo Veracruz
E-mail: edgar.lopez@griver.com.mx

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