El tema del agua ha sido, históricamente, un tema de conflicto y preocupación a nivel mundial. Tema de debate y discusión internacional en el que tanto ambientalistas como políticos han presentado diversas posturas al respecto. El agua es el elemento más común en nuestro planeta y, con mucho, el más necesario para la vida. El 97% del total del agua que cubre la tierra es agua marina, la cual no es apta para ser utilizada por el ser humano, solo el 1% del agua del mundo es dulce y está disponible para ser utilizada.

El continente Americano es uno de los considerados con más recursos en la región, se estima que América Latina cuenta con aproximadamente el 28% de las reservas mundiales pero su población no llega al 10% de la población global. A nivel mundial son más de 1000 millones de personas las que carecen de acceso al agua potable.

Los problemas del agua que enfrentan los países en el continente americano son diversos, pero los principales radican en su uso para la producción de energía, contaminación, falta de saneamiento y la modernización de la infraestructura, especialmente la agrícola pues una gran cantidad de agua se pierde debido a fugas y malos sistemas de riego.

Asimismo, un tema del que hoy todavía se habla poco pero que es una bomba de tiempo es el de la privatización del agua. Desde las “concesiones” a particulares para el manejo de la infraestructura de saneamiento y distribución del agua, hasta las inversiones multimillonarias en instrumentos financieros enfocados en el agua.

Comprar acciones en empresas dedicadas a la limpieza del agua, en las que construyen desalinadoras o las que se dedican al tratamiento de aguas residuales son otra opción. Existe incluso desde hace algunos años la posibilidad de comprar participaciones en lagos o ríos de Australia. Por lo pronto es un mercado que aún está en pañales pero que asegura generará ganancias del 100% en poco tiempo debido al cambio climático y a la escasez.

Declaraciones como las del hoy ex CEO de Nestlé asegurando que el agua no debería ser un derecho humano y que por el contrario, su distribución y uso debería ser manejado con criterios empresariales, lo anterior sumado a los bajos precios del petróleo, dan una muestra clara de que en verdad el agua es el oro del futuro.

Si bien es cierto que en México como en la mayor parte de los países de América Latina el agua es propiedad del Estado y por tanto puede garantizarse el derecho humano al agua también hay que resaltar que cada vez más hay intereses económicos empujando para que esto cambie, para que haya más concesiones a particulares de actividades que deberían ser propias del Gobierno así como el uso indiscriminado del agua por parte de compañías poco éticas en contra de la necesidad de la población a la que generalmente se le deja sin acceso al agua.

El problema de “el agua es de todos”m “las guerras del futuro serán por agua”, “debemos trabajar juntos por garantizar agua segura para todos” frases como ésta se escuchan por donde sea, ya sea en las reuniones plenarias con expertos, las sesiones temáticas o bien en entrevistas esquineras a funcionarios de organismos nacionales e internacionales, todos dicen exactamente lo mismo, pero pocos hacen caso a las verdaderas acciones que en espacios mucho más estrechos y con menos reflectores se han presentando.

Propuestas como los baños ecológicos, azoteas verdes, hortalizas verticales, etcétera, acciones que con un soporte económico suficiente  e implementadas a cada vez mayor escala pueden generar conciencia entre la población de que solo a través de este tipo de acciones y cambios radicales en nuestros propios estilos de vida y en nuestros modelos de desarrollo podremos dar un giro a lo que parece verdaderamente inevitable, el desastre ambiental de nuestro planeta.

Es de suma importancia que se invierta, se divulgue y se hable sobre el agua, especialmente para obligar al cumplimiento de los muchos compromisos mundiales que se han hecho y que se han quedado sólo en tinta y papel, pero que de lograrse darían oportunidad a las más de mil millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua. Desgraciadamente, el principal tema de controversia sobre el acceso es, hoy por hoy, el uso de este recurso para la energía y su privatización. El reto es que gobiernos, sociedad civil y sector privado encuentren la fórmula para equilibrar las necesidades de todos en beneficio de la mayoría.

Google News

Noticias según tus intereses