Frente a lo que ha ocurrido en diversos países alrededor del mundo pareciera que la lucha ideológica de hoy tiene menos de “derechas e izquierdas” que de nacionalismos versus globalización. Luego de Brexit y el triunfo de Trump quedó claro que existe un creciente sentimiento anti-globalización gestándose en las sociedades modernas.

En los próximos meses estaremos en presencia de momentos en los que esta pelea se hará presente de nueva cuenta: las elecciones en Francia, Alemania y Países Bajos, cada uno de ellos con una propuesta posible de candidatos ultranacionalistas que poco a poco han venido ganando terreno frente a los otros candidatos. Lo que pase en esas elecciones determinará el futuro de la Unión Europea, desde la posibilidad de salir de la Unión, hasta la forma que lidien con el tema de la migración y los asuntos económicos. No sólo eso, quizá también, podrían definir el futuro del mundo y de las relaciones internacionales.

Los discursos de esos candidatos populistas han inflamado la xenofobia, culpando a los migrantes por la criminalidad, por la crisis económica y por la falta de empleos, utilizando para ellos datos “alternativos”, aludiendo a crisis inexistentes, a problemas creados con cifras manipuladas. Tal cual lo ha hecho Donald Trump y su equipo en Estados Unidos.

Parece que para los movimientos nacionalistas extremistas, la mentira patológica es una estrategia de posicionamiento que ha resultado muy eficaz, al menos para alcanzar el poder pues la reciente caída en el índice de aprobación de Trump demuestra que, a un mes de haber tomado posesión como Presidente, su administración está a nada de enfrentar una crisis de legitimidad.

Es tiempo de que empecemos a entender las razones por las que estas tendencias se han venido incrementando, entender que los países y gobiernos del mundo ya no gobiernan sólo para su país sino que lo que hacen o dejan de hacer impacta a otros países del mundo. La responsabilidad por el futuro del mundo es y debe seguir siendo compartida, continuar por la senda de los nacionalismos lo único va a crear es un tremendo retroceso. Por supuesto hay mucho que mejorar pero la cerrazón, la xenofobia y el aislamiento no son la respuesta correcta, hay que trabajar por encontrar la que si lo sea.

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