Soy pro-leche y pro-yogurt, pro-todo… ¡soy pro-ciencia! Alucino las modas, los miedos, el terrorismo nutricional y a quien justifica la información que da a miles de personas con un “yo lo he probado y me sienta bien”. Saben muy bien, siempre lo digo, que la experiencia no es ciencia y lo que le cae bien a una fotogénica muchachita o a un marcadísimo jovencito “infuencer” en redes sociales no necesariamente es bueno para los demás y mucho menos, seguro.

En fin. Es mi guerra, mi batalla personal contra el Terrorismo Nutricional al que estamos expuestos y sometidos. Mismo terrorismo que fomenta la lactancia, porque es políticamente correcto, pero no la arropa; que dice que la lactancia es necesaria pero sus voceras no dan pecho a sus hijos, porque eso dañaría sus carísimos escotes.

La Organización Mundial de la Salud celebra del 1 al 7 de agosto la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentarla y a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. Recomienda lactancia exclusiva los primeros seis meses de vida y después ir introduciendo alimentos apropiados para la edad. Propone que se puede mantener la lactancia materna, con alimentación complementaria, hasta los 2 años o más.

UNICEF México emitió el 1 de agosto (2017) un boletín de prensa donde asegura que en el país la lactancia materna se ha duplicado, pasando de 14.4% en 2012 a 30.8% en 2015, lo que significa que el doble de niños y niñas goza de los beneficios y bondades de la leche humana, contribuyendo esto a prevenir enfermedades, crecimiento del bebe y recuperación de la madre. Reconoce también que aún hay mucho por hacer. En el mundo, sólo 43% de los bebés menores a seis meses son amamantados de manera exclusiva, a pesar de que esto aumenta las probabilidades de que mueran.

De hecho, el 6 de agosto a las 9am se realizará la 5ta Fiesta Mexicana de la Lactancia en el Jardín Botánico de la 1ra Sección del Bosque de Chapultepec. Mientras que en 18 entidades de la república se tiene prevista la realización, en coordinación con UNICEF, de más de 60 actividades por parte de organizaciones de la sociedad civil y oficiales.

Mientras esto sucede te invito a que reflexiones… pienses… ¿de qué manera apoyas la lactancia? ¿es un tema que te interesa? ¿tuviste una lactancia exitosa? ¿Te gustaría amamantar a tus bebés?

Yo les cuento que a mí me fue fatal. A pesar de ser una creyente empedernida del tema, no lo pude hacer. Tuve que completar la dieta de mi hija con fórmula desde los 15 días de nacida y hasta hoy me siento frustrada con el tema. Me hubiera encantado que fuera diferente, pero mi entorno familiar no era nada bueno y pues, no lo logré.

Tendría otro bebé solo para volver a intentarlo.

Así mi historia. No la pasé nada bien y si bien hoy por hoy mi hija está perfectamente sana, siempre vagan en mi mente los beneficios y bondades que dejó de tener consecuencia de mi inexperiencia, falta de paciencia, poca orientación y escasa solidaridad del entorno.

Por eso me tomé la libertad, sin ser experta, para escribir sobre el tema. La lactancia no es un tema de nutrición del cuerpo, es un tema de nutrición espiritual y emocional. Tenemos que luchar esa batalla, tenemos que lograr que más mujeres amamanten a sus bebes y tenemos que crear entorno y condiciones adecuados para que lo hagan. Me uno a la causa. Tenemos que apoyarnos unas a otras y lograr que los varones también entiendan la importancia de hacerlo. Amamantar no es de mujeres, es de animales y los humanos, eso somos.

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