El 1 y 2 de junio se llevó a cabo en el TEC el 5to Simposium Internacional Microbiota Intestinal en Salud y Enfermedad con temas interesantísimos y de súper vanguardia.

Muchas de las investigaciones actuales giran en torno a los probióticos, al parecer el tratamiento de muchas de las enfermedades que hasta hoy conocemos va a cambiar y se enfocará a una microbiota o flora bacteriana más saludable. De hecho, el colon es considerado ya un “segundo cerebro” donde se llevan a cabo funciones que tienen que ver con regulación de procesos metabólicos y de inmunidad.

Este microbioma (el colon) está lleno de bacterias y dependiendo de cuáles crezcan y se desarrollen, cuáles predominen o cuáles podamos “sembrar” estaremos hablando de salud o de enfermedad. Como alguna vez les dije, no todas las bacterias son negativas y no todos somos iguales.

Las positivas se llaman probióticos y nuestro futuro está en sus manos. Todos tenemos un microbioma diferente y por ello nuestro sistema inmune trabaja diferente.

Lo que es un hecho es que se ha demostrado científicamente que si el colon tiene bacterias buenas, el huésped (o sea, tu o yo) estará más sano. De ahí que se hable de ciertos beneficios comprobados y asociados al consumo de estos “bichos”. Aquí algunos:

Reducción en el riesgo de sufrir infecciones gastrointestinales

Se ha visto que el consumo de alimentos probióticos aumenta el número de cepas beneficiosas del tracto gastrointestinal en detrimento de cepas no beneficiosas. Se ha demostrado también que durante el metabolismo de las enzimas probióticas se producen sustancias con capacidad antimicrobiana, además de producir una baja en el pH lo que inhibe el desarrollo de patógenos. Además, se sabe que las bacterias “buenas” compiten contra las “malas” para poblar el intestino y eso es considerado un efecto protector y de mejora frente a diarreas y gastroenteritis.

Incremento de la función inmune

Cepas como Lactobacillus casei parecen aumentar niveles de inmunoglobulinas A en sangre, lo que mejora los casos de diarrea por virus.

Mejora de la digestibilidad y biodisponibilidad de las proteínas

En el proceso de fermentación los microorganismos producen la ruptura parcial de las proteínas, que junto con el poder acidificante del medio, ayudan a su desnaturalización. De esta manera aumenta su biodisponibilidad, incluso aumenta.

Mejora de la intolerancia a la lactosa

Un alto porcentaje de la población es intolerante a la lactosa. Sin embargo, las bacterias utilizadas en productos con probióticos pueden ayudar a la degradación y la digestión de este azúcar haciéndola más tolerable.

Descenso del riesgo de cáncer

Estudios con Lactobacilos y Bifidobacterias han mostrado un efecto protector frente a procesos carcinogénicos en colon, con una detección menos de células peligrosas.

Efecto hipocolesterolémico

Es decir, que disminuyen el colesterol en sangre. También hay estudios que han visto reducción en los niveles de triglicéridos asociado al consumo de productos con probióticos.

Efectos en el control de peso y obesidad

Se ha encontrado asociación positiva entre el consumo de probióticos y una disminución en el peso, índice de masa corporal y circunferencia de cintura - cadera. Se ha visto que personas con obesidad tienen una microbiota diferente a aquellos que tienen una constitución atlética lo que podría tener que ver con la absorción de nutrientes y el balance de energía.

Así pues, después de encontrar básicamente cosas buenas en el uso de probióticos, queda recomendar su consumo. Los encontramos en el yogurt, queso y kéfir básicamente. Un par de porciones al día pueden ayudar a mejorar tu salud a corto y largo plazo. Piénsalo.

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