Para algo en la vida existen las coincidencias y me acabo de dar cuenta que ayer martes 21 de junio fue el Día Internacional de la Yoga y el Día de la Música. Sirva esto para que hablemos de los puntos que tienen en común y de cómo y cuánto bien nos hacen.

De entrada las dos pueden beneficiar tu salud calmando tu mente y mejorando la capacidad de concentración. Estoy convencida que más de la mitad de las cosas que nos pasan y las enfermedades que tenemos tienen que ver con el acelere que vivimos y lo poco que pensamos las decisiones que tomamos. ¿Cuánto tiempo dedicas a elegir bien tus alimentos? ¿Qué tan tranquilo comes o duermes?

De la misma manera me pregunto todo el tiempo qué tan enfocados estamos en lo que hacemos mientras lo hacemos. ¿Cuántas veces comes frente al televisor, hablando por teléfono, trabajando o haciendo cualquier otra cosa? Realmente hemos perdido la capacidad y el interés por estar donde estamos y hacer lo que hacemos. Escuchar música ayuda a concentrarnos y hacer yoga nos invita a hacer lo que estamos haciendo y nada más.

Además, hacer yoga fortalece el sistema inmune, disminuye los dolores de cabeza y migrañas a través de una mejor postura corporal y oxigenación. Hacer yoga es un reto constante pero con nosotros mismos, no con los demás (como otros deportes). Acompañarlo con música permite tener más conciencia corporal y concentración personal. Nos permite también superar la incomodidad, el dolor, la prisa.

Hacer yoga puede ser intenso, desesperante o frustrante. La música puede neutralizar ese malestar, ese pensamiento de “no puedo” que a veces aparece cuando una postura es muy compleja, dolorosa o difícil. La yoga pone la mente tranquila, la respiración más controlada y profunda y el cuerpo en sincronía. La música también hace eso.

Escuchar música, sumado a tu práctica de yoga, te garantiza mejoras en la circulación sanguínea, en la resistencia física y en la sensación de energía. Aumenta la flexibilidad física y emocional así como alivia la depresión y la ansiedad. La música fortalece el cerebro y la yoga el cuerpo… ¿o viceversa?

Así pues, ten en cuenta que la música de fondo te permite estar mejor donde estás y música con audífonos te permite estar más cerca de ti mismo. Por donde lo veas, un poco de música siempre será una excelente compañía.

El tema es, pues, que se unen en un día como este dos herramientas súper potentes para mejorar tu salud física y emocional. Ahora tienes más razones para detener un poco el ritmo frenético diario, poner música y practicar ejercicios de yoga. Es más, ambas pueden mejorar también ¡tu vida sexual!

La elasticidad, el mejor manejo y conocimiento del cuerpo aunados a un estado de paz ayudan a tener mejores y más satisfactorias relaciones sexuales y si ese momento lo acompañas con tu música preferida… uuff

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