La seguridad de los ciudadanos es un tema toral para cualquier comunidad, sin embargo a partir de 2009 la violencia se ha recrudecido de manera especial y esta tendencia no ha cambiado, encontrando por ejemplo que a nivel nacional “en el mes de mayo los homicidios dolosos alcanzaron su nivel mas alto desde 1997”, en algunos casos el crecimiento ha sido exponencial, entonces ¿que es lo que se puede hacer?, el gobierno necesita garantizar esa seguridad que tanto añoramos. Es difícil plantear una solución definitiva que terminará con el fenómeno delictivo, pero si de algo estoy seguro, es que la estrategia que se implemente, sea cual sea, no tendrá éxito si no se cuenta con la coordinación interinstitucional de los tres niveles de gobierno que permita la suma de esfuerzos y se complementa con el principio de eficiencia para el uso de los recursos.

La eficiencia es un concepto común cuando hablamos de productividad en una organización; hace referencia al cumplimiento de los objetivos y metas pero utilizando los recursos que tenemos de la mejor manera, es menester de todos pugnar porque este término sea parte de la cultura gubernamental.

Es común escuchar de quienes son responsables de tareas de seguridad solicitar la participación ciudadana y esa es una necesidad a todas vistas innegable, sin embargo, esta solicitud ha encontrado eco en organismos ciudadanos de participación como las mesas de seguridad y justicia y organizaciones no gubernamentales como  el Observatorio Nacional Ciudadano, México Unido Contra la Delincuencia, Alto al Secuestro,  México Evalúa, México SOS entre otras, así también esa petición contrasta con la aparente débil cohesión intergubernamental, en ocasiones las autoridades realizan esfuerzos bien intencionados pero aislados, las instituciones parecen olvidar que la suma de esfuerzos maximiza los logros o al menos eso aparentan, sin embargo, el optimismo debe prevalecer, el sentido de poder lograrlo a pesar de las adversidades.

Es urgente una auto-reflexión para generar pactos de mutua colaboración, no es un tema de invertir más, se trata de caminar hacia un mismo rumbo, anteponer el objetivo primario que es recuperar la paz por sobre los intereses particulares; imaginemos que conformamos una orquesta con los mejores músicos del mundo, pero cada uno de ellos tiene una partitura diferente y el director solo es ignorado, en este caso evidentemente el resultado será una catástrofe musical pero ahora visualicemos a estos mismos actores con una misma partitura y atendiendo las indicaciones del director, es entonces donde tendremos la posibilidad de escuchar una autentica obra de arte y admiraremos todo el potencial de la pieza musical; debemos aprender a trabajar en equipo y de forma coordinada en búsqueda de esa paz que necesitamos como sociedad.

La coordinación institucional no es un tema sencillo, requiere tiempo, esfuerzo y voluntad y quizás no garantice el éxito de las estrategias, pero si nos permitirá mantener la vista en los objetivos, la seguridad pública es un problema multifactorial y por lo tanto la respuesta por parte de la autoridad debe ser equivalente, el presente pretende ser un tema de reflexión, en el que levantamos la bandera del “si se puede”, trabajando coordinadas las instituciones de los tres niveles de gobierno por un mejor país generará instituciones sólidas y esa suma de esfuerzos permitirá vislumbrar un futuro cercano en el que la paz sea posible, en el que la discordia sea una metáfora y que sea sustituida por negociaciones razonadas.

1.-

Juan Antonio Centeno Quevedo

Observatorio Ciudadano Tamaulipas

@obcita @ObsNalCiudadano

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