Sentados junto al fogón del restaurante Manjar Blanco en Mérida, el entusiasmo por haber reunido a las portadoras del conocimiento ancestral maya, las cocineras tradicionales del estado, sirvió para inspiran algunos textos, he aquí el de Tony Peraza:

“El viaje que realiza lo que aterriza en nuestras mesas parte con puntualidad de la milpa y recorre un largo camino con paradas obligadas en la historia, el mito, la leyenda, la religiosidad, las festividades, el calendario, los ritos comunitarios y el lenguaje.

Ni un solo guiso que sale de los fogones de la gastronomía nacional es ajeno a esas profundidades.

Tomar un chocolate caliente nos sienta en la mesa de Tlatoanis y la circularidad simbólica de un taco nos recuerda que hemos salido del horno de unos dioses que nos encomendaron la sabiduría del fuego y el cuidado de los secretos que esconde la majestuosidad de una mazorca.

Una cocinera tradicional es la garante comunitaria de un conocimiento acumulado por siglos. Magas con poderes enciclopédicos, preservan con celo los conocimientos que les fueron heredados para hacerlos llegar a la otra orilla del tiempo. Alquimistas del sabor y bibliotecarias de las costumbres, nos enseñan en cada plato a leer la tierra a través de la comunión de sus frutos en el comal, el molcajete y las ollas.

Juntarlas en un mismo espacio físico es desafiar al olvido, hacer arder la leña de las distancias y tocar los tunkules del tiempo detenido.

El Primer Encuentro de Cocineras Tradicionales de Yucatán ofrece ser todo, menos un folklórico escaparate de antojitos regionales. 22 mujeres yucatecas, 8 de estados invitados, 15 artesanos vinculados a la gastronomía y 16 agroproductores se concentrarán en la explanada del Centro de Convenciones Siglo XXI para desplegar un gran banquete de cultura. Esa que sabe y que nos ayuda a saber, que obsequia olores, que funde los colores y los calores, nos abraza con sus brasas y nos invita a gozar la danza del humo de las cacerolas.

La Vieja Guardia intenta aportar, con este número especial, su granito de sal a ese enorme y seductor guiso comunitario.

Buen Provecho”

Ahí los esperamos este próximo 5 de febrero a partir de las 16.00 horas, 6 y 7, 11:00hr.

Manolita Recomienda. - Caminando por el famoso Paseo Montejo, en Mérida descubrimos la tradicional Dulcería y Sorbeteria Colón, donde se elaboran de manera artesanal una línea de pastelillos que han dado fama al lugar al igual que los sorbetes. Los pastelillos más solicitados, nos comento Ramón Pasos, son: piononos, conos envinados, o capuchinos, merengues, bororos, panetela, arrollado de crema, hojaldre, atropellado de camote y coco. Al revisar la pizarra donde se anuncian los sorbetes, descubrí con nostalgia las champolas, preparadas a base de leche y una bola de sorbete, incluso Ramón me ofreció un spider que es helado de vainilla con coca cola, me hizo viajar en el tiempo y recordar alguas tardes con mi abuela; en fin que si de sorbetes se trata La Colon es la opción, el más solicitado por su sabor es el de coco, pero todos los sabores tienen su encanto ya que son hechos a base de fruta, en temporada la sorbeteria te sorprede con mamey, chicozapote, fresa, pitaya y ciruela criolla. El sitio se ubica en Paseo Montejo por 41 y 39 A. La casa original que tiene más de 90 años se ubica en los arcos del centro.

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