Llevo varias semanas tocando el tema del estilo personal, apelando a la originalidad y creatividad que brota por las venas de cada individuo: considerar la combinación de prendas y estilismos personales como una manifestación inmediata y visual de lo que somos y lo que queremos llegar a ser. Pero ¿a caso la moda nos vende un sueño?

De alguna manera, la industria nos hace ver nuestras inseguridades en el reclamo de hacernos sentir más fashion. ¿Será que también tenemos que luchar contra un sistema que apela a la perfección y la pantomima? La moda es un termómetro de la sociedad, la política y la economía.

La maduración del estilo personal también evoca a nuestros sentimientos más profundos y a nuestra percepción de la vida misma. Es cuestión de actitud y no de dinero. Si salimos avantes de este reto, es muy probable que nos encontremos con nuestro verdadero yo y exploremos cómo nuestro sentido del estilo se convierte en algo orgánico, disfrutable.

Hoy quiero hablarles de mis iconos de estilo, aquellos personajes de la vida pública que me han inspirado y en quienes he encontrado un refugio para no temer a ser distinta y aportar con orgullo mi estandarte sin miedos, rompiendo las reglas y apelando a una identidad propia, sin copiar y sin pretender.

1. Iris Apfel. ¡La amo! Fin del comunicado. Me parece una mujer genial y espectacular, eso sin dejar de admirar su inagotable energía. A sus casi 95 años, literal, ¡no para! Diseña; maneja su empresa; hace apariciones en cuantiosos eventos; es profesora; aparece en editoriales de moda; es curadora... Inclusive hace colaboraciones con marcas de belleza, joyería, muebles y textiles. ¡Es toda una guerrera! Es una mujer fuerte, simpática, determinada y poseedora de un estilo innato que rompió moldes y que ha inspirado a generaciones. Lo que me gusta de ella es su valentía y que representa una belleza exótica: sigue su intuición sin pena ni remordimiento.

2. David Bowie. No me considero una persona demasiado musical, pero Bowie me ha inspirado más allá de sus letras y canciones. Fue un hombre visionario que supo dejar una marca por su extravagante álter ego. Muchos hablarán de todos sus logros discográficos, pero yo lo admiro, además de eso, por ser tan él, tan irreverentemente carismático, un creativo en toda la extensión de la palabra.

Deténganse antes de comprar toda esa ropa barata que no tiene ningún significado y que tirarán después. Seamos un poco resistentes a la ansiedad de lo nuevo. No es sencillo, definitivamente no lo es, pero si tomamos como ejemplo a estos iconos, veremos que el mensaje va más allá. La ropa habla sobre lo que somos, es un indicador de las decisiones que hacemos por la mañana todos los días, las que nos enfrentan a las adversidades y nos llevan al éxito.

Con cariño, Gina.

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