Es común escuchar frases como “tiene mucho estilo”, ¿cierto? Pero ¿qué es el estilo personal? Podría darles una definición de diccionario y darle mil vueltas al tema. Sin embargo, para mí es la esencia que proyectamos a través de las prendas que usamos y aquello que nos hace sentir ‘cómodas’ al vestir. Y es que la comodidad es algo que depende de nuestras preferencias. Por ejemplo, para mí la comodidad puede ser usar unos tacones de 12 centímetros, pero para otra persona esto puede significar una muerte lenta y dolorosa. Desde mi muy humilde opinión, el estilo se construye con el tiempo. Es un proceso de autoconocimiento que se define poco a poco de acuerdo con lo que somos, lo que queremos ser y cómo nos proyectamos en nuestro entorno. He aquí algunos tips más puntuales si aún estás en busca de definir el tuyo.


1. Haz un estado de conciencia: como todo lo que vale la pena en la vida, debemos reflexionar. ¿Quiénes somos? Podría parecer algo banal, pero en realidad no lo es y definir este punto habla de nosotros como individuos y profesionistas.


2. Establece prioridades: esto dependerá  de lo que te mueve y apasiona. El estilo tiene que ver con la pasión que le imprimimos a lo que queremos lograr y con nuestras metas personales y laborales.


3. Piensa en tu comodidad: esto es esencial, pero sólo debe depender de ti. Si algo no va contigo (o con tu tipo de cuerpo), no te lo pongas sólo porque una revista dice que está en tendencia. Mírate en el espejo y si sientes que se te ve bien atrévete a salir a la calle con él. Recuerda que el gusto varía entre una persona y otra.


4. Determina tus propias reglas: este punto va muy ligado al anterior. Una vez que sientas que te conoces mejor, decide qué tendencias adoptarás y cuáles no, y trata de ser congruente. Habrá quien se atreve a usar ciertas prendas, pero yo, por ejemplo, ¡jamás usaría unos Crocs! De verdad, preferiría salir descalza a la calle antes de ponerme unos. La prioridad es crear un canon propio y seguirlo.


5. Mantente fiel a ti misma: suena a cliché, pero no lo es. Lo importante del estilo es que no se reduce a la ropa, sino que es una filosofía de vida. Si hay algo molesto es la gente que no sabe lo que quiere y brinca de un lado a otro sin ser coherente y ni tener un hilo conductor. Por supuesto que se vale equivocarse y flaquear, pero de todo se aprende y en cuestión de estilo no hay nada más admirable que alguien sincero que no busca parecerse a otra persona. No trates de imitar o copiar. Al contrario, sé determinada y fiel a ti misma.

¿Qué les parece todo esto? Con cariño, Gina.


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