“Caminamos por una calle oscura y había gente que nos miraba raro, que se daba cuenta que algo estaba mal ahí, pero no hacía nada, solamente nos miraba a mí con el cuchillo en el cuello y al tipo amenazándome. Después llegamos a un puente y ahí abusó varias veces de mí, la gente pasaba, los carros pasaban y no hacían nada”, Itzel concluye contundente: “Pedí auxilio y nadie me hacía caso”.

Itzel, una joven de 15 años, caminaba cerca del metro Taxqueña rumbo a su casa cuando un hombre la interceptó, la amagó con un cuchillo y la llevó a un lugar para abusar sexualmente de ella durante cerca de dos horas. Itzel consiguió arrebatarle el cuchillo y, durante el forcejeo, el arma se clavó en el sujeto. A esta horrenda experiencia le siguió la revictimización por parte de las autoridades del Ministerio Público: No se le proporcionó anticoncepción de emergencia ni la profilaxis post-exposición para evitar la infección por VIH. Adicionalmente, se le comenzó un proceso por homicidio.

Durante todo el mes de junio, la familia enfrentó la incertidumbre de ver a Itzel presa por el cargo de homicidio, además de recibir amenazas telefónicas y ser presionados por las autoridades. Itzel recurrió a las redes sociales para contar su historia, en un de YouTube.

En este espacio ya nos hemos preguntado si Apenas el pasado 9 de mayo el Comité de Planeación del Desarrollo del Distrito Federal (COPLADE) aprobó la creación del Programa de Medio Plazo “CDMX Ciudad Segura y Amigable para Mujeres y Niñas”, que tiene como finalidad garantizar el derecho de las mujeres a una movilidad segura en una ciudad libre de violencia.

La PGJ-CDMX ya ha enfrentado una oleada de críticas por su manejo del caso de Lesvy Osorio, cuyo cuerpo fue encontrado en Ciudad Universitaria, cuando se realizaron declaraciones sobre la vida y el comportamiento de Lesvy. La experiencia de Itzel nos refiere inevitablemente al caso de Yakiri Rubio quién paso 86 días en prisión por haber actuado en defensa propia tras ser violada. Yakiri entró al Ministerio Público para salir acusada de homicidio. De alguna manera, los casos que antecedieron al de Itzel evitaron que ella llegara a prisión, pues en cuanto el caso llego a los medios la PGJ-CDMX desistió de los cargos.

En entrevistas, Itzel ha declarado que la PGJ-CDMX actuó con presteza ante la opinión pública para encubrir los errores y omisiones. Itzel debió haber sido atendida de acuerdo al protocolo por su calidad de víctima en vez de ser acusada de homicidio. Itzel, a diferencia de muchas otras jóvenes violentadas en su trayecto por la ciudad, declaró con el apoyo de sus padres y llegó a las redes sociales para denunciar a un Estado que la criminaliza por haberse defendido de una agresión. Es inadmisible que las autoridades ignoren el recrudecimiento de la violencia y sean indolentes ante los numerosos casos sin resolver; es peor aún que quede evidenciado el trato a las víctimas en una ciudad que aspira ser segura para las niñas, las jóvenes las mujeres.

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