El rumbo hacia el 2018 pasa por las elecciones en el Estado de México. La entidad  y sus elecciones suelen estar en la mirada de los especialistas por su influencia en el posicionamiento de los partidos rumbo a las elecciones presidenciales. La entidad cuenta con 11 millones de personas registradas en el padrón electoral, lo que supone un buen punto de partida para comenzar a ganar votos. Pero, además, las campañas en el Estado de México anticipan el tono de la carrera presidencial y lamentablemente éste es contrario a los derechos de las mujeres.

El próximo domingo se registran las plataformas electorales de los partidos políticos y coaliciones que competirán. PRD, Morena, PAN y PRI-PVEM-NA-ES. Es de esperarse que se repita la demagogia de género que habla de las mujeres pero les niega derechos ya reconocidos como la interrupción legal del embarazo.  Alfredo del Mazo, candidato de unidad del PRI (hijo y nieto de exgobernadores del estado de México y primo del presidente Peña Nieto), con certeza no buscará alterar el estatus del aborto en la entidad. En  la contienda hay dos mujeres con posibilidades: ninguna de ellas hace suyos los reclamos por el aborto legal.

De las contradicciones de Josefina Vázquez Mota hemos escrito desde que participó en la contienda electoral del 2012.  Ante obispos y arzobispos de la CEM se expresó contra el aborto pero también contra la criminalización de las mujeres: “La cárcel no es para las mujeres, es para los delincuentes, los asesinos; no voy a apoyar ninguna iniciativa que criminalice a las mujeres”. Josefina tendría que reconocer que el hecho de que una mujer no vaya a la cárcel por interrumpir su embarazo es una forma de despenalización. Más allá de la demagogia de género que intente usar en esta campaña, sabemos que Acción Nacional no le da margen alguno. Basta ver lo que ha sucedido en el Congreso donde se han opuesto al aborto por violación pese a que se reconoce en la NOM 046, en los códigos penales estatales y en la Ley General de Víctimas.

Un caso aparte es Delfina Gómez, la candidata de Morena, quien de acuerdo es una opción real de alternancia para el electorado del Estado de México. Más allá de los nexos que unen a la ex alcaldesa de Texcoco con el doctor Higinio Martínez (salpicado por escándalos de enriquecimiento ilícito y nepotismo), la candidata ha manifestado un franco distanciamiento de los derechos reproductivos con sus declaraciones conservadoras: “”.

¿Esta es la alternativa progresista? Después de la embestida del Frente Nacional por la Familia es más importante que nunca que las mujeres políticas alcen la voz para señalar la precaria realidad de las niñas, jóvenes y mujeres. ¿Se olvida acaso de la situación de emergencia que viven las mujeres en el Estado de México? ¿Ignora la realidad de los embarazos por violación y abuso?

Lo que sin duda ignora la candidata es el programa de Morena que invita a luchar contra la injusticia, la corrupción y el autoritarismo, ahí afirma que “Morena lucha por el reconocimiento de los derechos plenos de las mujeres, reconociendo su aporte al desarrollo y bienestar de los hogares, […] y vida libre de violencia en todos los ámbitos, la justicia expedita, la educación, salud y calidad de vida y que las decisiones sobre la vida y el cuerpo sean respetadas”.

Cuerpo de mujer no asegura pensamiento feminista, asegura Marta Lamas. Y éste es un claro ejemplo. El Estado de México, y todo el país, necesita mujeres en la política que aseguren los derechos consagrados: que el acceso al aborto por violación no sea obstaculizado, pero también avanzar hacia la despenalización,  tal como lo hizo la Ciudad de México, lugar donde miles de mujeres del estado colindante han acudido para interrumpir su embarazo ya que su entidad no asegura el acceso a este servicio, cosa que aportaría enormemente a garantizar su derecho a la salud y a la vida privada entre otros. Con estas candidatas, con el candidato oficialista, todas las mujeres pierden.

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