Muy cierta la frase popular: “recordar es vivir”. En las reuniones familiares y de amigos, evocar hechos acaecidos en tiempos idos, puede ser grato, como también doloroso.
Para las naciones, recordar su pasado, y celebrar aquellas fechas importantes en su historia, son acciones no solo de gratitud, sino también de afirmación del orgullo nacional, y expresión del reconocimiento a las personas que hicieron posible su realización.