Escribir sobre las bondades de la Reforma Energética podría ser reiterativo; hablar de mayor inversión, competencia, empleo o desarrollo ya se ha dicho por muchos y de diversas formas.
Quiero compartir una reflexión sobre otras aristas de esta reforma.
La reforma constitucional abre el sector energético corrigiendo las deficiencias del pasado. Al contrario de las privatizaciones improvisadas y desreguladas de los años noventa, hoy estamos frente a una apertura inteligente y estratégica, que será la más vigilada y transparente de nuestra historia.