Desde la piscina de borde infinito, después de haber disfrutado un almuerzo privado entre los lagos de sal y las ciénegas del Salar de Tara y haber trepado formaciones rocosas llamadas Monjes de la Pacana, hay que disfrutar una copa de vino con el volcán Licancabur de fondo. El personal de este lodge construido en vidrio y adobe, apapacha a las almas femeninas encendiendo una fogata y preparando el telescopio para observar uno de los mejores cielos estrellados del mundo, el de San Pedro Atacama.

Al día siguiente se debe luchar por abandonar esa habitación con ventanales panorámicos, terraza de piedra y cama cubierta por persianas de madera, para ir a ver los géiseres del Tatio. El desayuno está servido y se hace rodeado por más de 100 géiseres que escupen vapor sin freno. Las fumarolas pueden rebasar los 70 metros de altura. ¡Mamá! no olvides el traje de baño, porque puedes sumergirte en El Pozón, la única piscina natural de agua termal donde se permite nadar.

De regreso al hotel, se visita el pueblo de Machuca y sus casas de adobe que siguen de pie desde hace 400 años.

Una cabalgata o recorrido en bici de montaña por los valles de La Luna y La Muerte conquistarán el corazón de cualquier dama, sólo aquí se pueden apreciar riscos filosos esculpidos por el viento, la lluvia y la temperatura del desierto.

El último día pueden dedicarse a cultivar hierbas medicinales o alfalfa en el huerto del hotel o mejor aún, escaparse a perseguir con su cámara fotográfica el mejor atardecer de sus vidas dentro de la Reserva Nacional Los Flamencos.

Cuánto cuesta
Desde mil 650 dólares por persona. Incluye: dos noches de hospedaje en habitación sencilla, transportación desde el aeropuerto Calama, alimentos completos y bebidas y una excursión por día.

Disponen de paquetes especiales para familias de cuatro integrantes en adelante. Tarifas vigentes hasta septiembre.

Reservaciones:

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