No son pocas las historias de terror que he escuchado de los spas. Algunos se quejan de ser tocados de una manera inadecuada, otros más de las alergias a los productos y hay aquellos que terminaron muy adoloridos porque el masaje no era el adecuado.

Mi primera experiencia fue con una masajista sueca que sólo hablaba sueco y francés. Obvio no hubo manera de comunicarnos y en lugar de recibir un masaje oriental con aromaterapia terminé con un tratamiento sueco con mucha más presión de la que yo podía tolerar. Resultado: cuerpo adolorido por días.

Para que no te pase algo así te damos algunos tips de expertos en la materia. En primer lugar la selección del establecimiento. Puede ser un lugar sencillo, pero siempre limpio y, lo más importante, los terapeutas deben portar su filipina y debe ser visible su certificación ante organismos como la SEP, comentó Mauricio López, presidente del Consejo Nacional para la Calidad de la Industria Spa.

Dijo que un error frecuente es relacionar los tratamientois de spa con experiencias sexuales, cuando en un establecimiento serio no tiene ninguna relación. Tanto masajista como cliente deben disfrutar en un ambiente de respeto y profesional.

Además de eso, al llegar se te debe entregar una hoja clínica en donde das algunos datos como enfermedades crónicas, entre ellas la hipertensión, dolencias o lesiones. Luego es necesario que tomen tus signos vitales. Y por último, el terapeuta debe informarte en qué consiste el tratamiento, así como sus beneficios y riesgos. Para que al final firmes una carta de consentimiento.

Durante el masaje el terapeuta debe indicarte cuales son las zonas que va a tocar. Si no quieres que tenga contacto con alguna zona de tu cuerpo es importante que lo menciones.

¿Cuál elegir?
Para una primera experiencia Mauricio López recomienda el masaje holístico, en el que se usan aceites naturales; los movimientos deben ser rítmicos y suaves. Mientras que Miriam Coria, gerente del Spa del Hotel Hilton Mexico City, al igual que Cristina Gutierrez, gerente del Club Atlético del hotel Four Seasons de la Ciudad de México, nos dicen que una buena opción es el de piedras calientes ya que es relajante y se puede controlar la cantidad de presión y temperatura de las rocas.

Gutiérrez, considera que un buen spa debe contar con áreas húmedas, es decir, instalaciones como jacuzzi, sauna y vapor, además, de un área de relajación en donde el cliente pueda disfrutar de alguna bebida fría o caliente.

Recomendaciones para principiantes
De acuerdo con la Profeco, en los tratamientos que requieren varias sesiones es importante que preguntes si puedes recuperar o reprogramar alguna cita pérdida y si implica un costo adicional. Los expertos explican que se requieren, como mínimo cuatro visitas para notar resultados.

Una vez finalizado el tratamiento pregunta si son necesarios algunos cuidados especiales.
Es importante que menciones cualquier tipo de alergia que tengas. Cremas y aceites pueden causar reacción. Si no lo sabes pide una prueba de sensibilidad. Pregunta si cuentan con un protocolo de respuesta ante una contingencia así. Ramón de la Rosa, presidente de la Asociación Mexicana de Turismo de Salud y Spa, dice que si la certificación de tu masajista no está a la vista debes pedir que la muestre.

Es importante presentarse por lo menos dos horas después de haber comido y, al terminar el masaje, permanecer acostado de cinco a 10 minutos para no sufrir algún mareo. Tampoco se debe hacer ejercicio después del tratamiento.

Se requiere un terapeuta especializado para poder brindar servicios a personas de la tercera edad o embarazadas. Para finalizar, déjate consentir, olvídate de todo, sobre todo del celular. EN NÚMEROS

8 mil 500 spas operan en México. Cada año la cifra se eleva 8%.

7 mil terapeutas certificados hay en el país. Se requiere un año y medio de estudios como mínimo.

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